En España, abrir el grifo y llenar un vaso de agua es un gesto cotidiano. Algo tan común, que muchas veces no pensamos en el sabor que tiene ese líquido transparente que nos acompaña cada día. Sin embargo, el gusto, la textura e incluso la suavidad del agua pueden cambiar drásticamente de una ciudad a otra, según informó la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Ante esta situación, la OCU se propuso resolver un misterio que muchos comentan, pero pocos han comprobado con datos concretos: ¿dónde se encuentra el mejor agua del grifo de todo el país? El resultado del estudio no sólo sorprendió a algunos, sino que también confirmó lo que muchos ya intuían desde hace tiempo.
4Más allá del gusto: beber del grifo también es un gesto ecológico

Uno de los aspectos menos comentados, pero más relevantes del informe de la OCU, es el impacto ambiental del consumo de agua del grifo frente al uso masivo de agua embotellada. Desde el punto de vista ecológico, beber del grifo es una de las decisiones más responsables que se pueden tomar en el día a día.
Cada botella de agua implica el uso de plásticos, un proceso de embotellado industrial, transporte y almacenamiento que deja una huella considerable. En cambio, el agua del grifo llega directamente al hogar sin necesidad de envases, sin gasto de combustible y sin generar residuos.
Además, todas las aguas del grifo que se distribuyen en España están sometidas a estrictos controles sanitarios, tanto por parte de las administraciones locales como de entidades estatales. Es decir, el agua que llega al grifo es segura para el consumo humano. Lo que varía —como demostró el análisis de la OCU— es la experiencia sensorial: su sabor, textura o efecto sobre los electrodomésticos.