En un momento clave para la economía del club, Joan Laporta ha decidido mover ficha con una estrategia inesperada que podría traer aire fresco al FC Barcelona. La directiva blaugrana está a un paso de cerrar un acuerdo de patrocinio con la República Democrática del Congo, un movimiento que aportaría 44 millones de euros en cuatro temporadas. Cada año, el club recibiría 11 millones, lo que aliviaría notablemente las cuentas.
El pacto incluirá la presencia del logotipo de la campaña “RDC, coeur de l’Afrique” en la parte trasera de la camiseta de entrenamiento del primer equipo masculino. Detrás de esta iniciativa se encuentra el Ministerio de Deportes y Entretenimiento del país africano, que apuesta por el Barça como embajador global de su imagen durante los próximos años.

Aunque la alianza puede parecer exótica, su impacto va más allá del marketing. El club necesita cumplir con los criterios del fair play financiero y este ingreso representa una vía directa para acercarse al cumplimiento de la regla 1 a 1, indispensable para poder inscribir jugadores sin restricciones en LaLiga.
Una palanca diferente que busca aliviar al club de Laporta
La entrada de estos fondos llega en un momento estratégico. El FC Barcelona tiene sobre la mesa la inscripción de jugadores como Joan García y Wojciech Szczesny, además de un extremo zurdo que sigue siendo prioridad para la dirección deportiva. Para avanzar en esas operaciones, el club necesita demostrar solidez financiera, algo que esta nueva alianza puede proporcionar.
Además, aunque se trabaja paralelamente en la salida de jugadores con fichas altas, el margen de maniobra sigue siendo limitado. Por eso, encontrar una fuente alternativa de ingresos como esta es visto dentro del club como un auténtico golpe de efecto. El patrocinio representa una solución poco convencional, pero efectiva, que puede desbloquear negociaciones que hasta hace pocas semanas parecían estancadas.
Más allá del dinero, el vínculo con la República Democrática del Congo proyecta al Barça hacia nuevos mercados. La visibilidad global del club es uno de los activos más valiosos, y esta alianza lo refuerza en el plano institucional y deportivo.
Un modelo de Laporta que sigue el ejemplo del Mónaco
Este tipo de acuerdos no son inéditos. El AS Mónaco ya se había adelantado con una alianza similar con el mismo país africano. En su caso, la relación no solo incluyó patrocinio, sino también proyectos deportivos en territorio congoleño. Esa experiencia sirve de antecedente directo a lo que ahora emprende el conjunto catalán.
Para Joan Laporta, el acuerdo es mucho más que un contrato comercial. Se trata de una oportunidad para reposicionar al FC Barcelona en el escenario internacional, aprovechando cada ocasión para generar ingresos sin comprometer la identidad ni la propiedad del club. En medio de un contexto difícil, Laporta apuesta por caminos distintos, con la mirada puesta en el largo plazo.
El Barça no solo busca aliviar sus cuentas, sino también construir alianzas que aporten valor institucional. La camiseta de entrenamiento se convierte así en una plataforma de colaboración internacional, reflejo de un club que, pese a sus dificultades, sigue pensando en grande.