El pasado mes de junio se llevó a cabo un desalojo de okupas en el conocido ‘edificio azul’, ubicado en el barrio de San Diego en Entrevías, Puente de Vallecas. Este bloque había acumulado hasta 27 pisos ‘okupados’, con la alarmante realidad de que solo un inquilino pagaba un alquiler social.
Desde hace años, estas familias reclaman un acuerdo para regularizar su situación. Actualmente, solo uno de los vecinos paga alquiler, mientras que el resto se muestra dispuesto a asumir un alquiler social para poder continuar en sus hogares de forma legal.
EL ‘EDIFICIO AZUL’ DEL PUENTE DE VALLECAS: UNA OKUPACIÓN HACE MÁS DE 15 AÑOS
Desde su okupación hace más de 15 años se han registrado peleas y tiroteos, al igual que venta de drogas y otros menesteres igual de problemáticos. Tiempo más tarde, hace poco más de dos semanas, para facilitar el desalojo del lugar, se ofrecieron elevadas cantidades de dinero a algunos okupas para que abandonaran el edificio, acción que consiguió que la mayoría abandonase el conocido como ‘edificio azul’.
Sin embargo, a estas alturas, aún existe gente que continúa de okupas en este mismo bloque. Ellas son algunas de las personas que se encuentran dentro del inmueble pero que no quieren abandonar el edificio.
«NO TENEMOS A DONDE IR»
¿El motivo? Según algunos de los propios okupas, quieren que les ofrezcan una buena suma de dinero, al igual que han hecho con muchas de las personas para que desokuparan el edificio. Según desvelaron en el programa Madrid Directo de Telemadrid, estas personas viven en la parte más alta del edificio, ubicándose en trasteros que están en malas condiciones, mucho menos para vivir.
«Aquí queremos cobrar todos«, exponen. «No nos vamos a marchar porque no tenemos donde ir«, indican a Telemadrid los okupas que aún permanecen en el lugar. «Siempre nos dicen que van a negociar con nosotros, pero por el momento no hay nada».

Sin embargo, como explican, tampoco le tienen miedo a la vía legal: «Van a hacer lo que han hecho con otros y si no a la justicia y ya está«, explican. Uno de los okupas acusa directamente mientras el reportero de la cadena madrileña le pide calma: «Esto es por racismo, todos somos iguales, queremos cobrar todos igual». Y explican cuando se marcharán: «Cuando nos den algún lugar o dinero para alquilar».
QUIEREN ENTRE 2.5000 Y 3.000 EUROS
Sus 28 familias ocupantes ya han rubricado el acuerdo por el que se comprometen a abandonar esta finca. Aunque, eso sí, percibiendo cada uno entre 2.500 y 3.000 euros a cuenta del actual propietario.
«Pero con eso dime tú qué hacemos, con lo cara que está la vivienda en Madrid… Nah», contaba a este diario uno de sus moradores, de etnia gitana, que junto con familiares, sobre todo primos, lleva una semana limpiando el edificio.

El responsable de haber conseguido echar a los 28 okupas de este edificio ha sido Rogelio Gómez, presidente de la empresa de desalojos OPS2, que desde hace meses venía trabajando en las labores de mediación para conseguir que salieran. «Este es el edificio más conflictivo de la zona. Aquí ha habido de todo: tráfico de drogas, prostitución, líderes de bandas latinas, ha sido escondite en algunos secuestros… Al principio fue todo un poco tenso. Me llegaron a amenazar de muerte», declaró al diario El Mundo.
Tras el desalojo total, el siguiente paso será «cerrar la edificación» para que entren los obreros y comiencen a desescombrarlo entero. Más tarde, «se reformará para construir pisos nuevos«. Y remata Gómez: «Esta operación va a conseguir que la zona se revalorice automáticamente en varias decenas de miles de euros».