Especial 20 Aniversario

Patatas a la riojana con un giro: el sencillo gesto que multiplica por diez el sabor del chorizo

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El secreto para unas patatas a la riojana memorables, de esas que te transportan directamente a una merendera en mitad de La Rioja Alavesa o a una casa de comidas de Logroño, reside a menudo en los detalles más insospechados de la cocina tradicional. No basta con tener buena materia prima, que por supuesto es fundamental, sino que la técnica, ese saber hacer transmitido de generación en generación, marca la diferencia abismal entre un plato correcto y uno sublime. La aparente sencillez de un guiso humilde esconde a menudo gestos maestros que elevan la experiencia gastronómica a cotas inesperadas.

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La magia de la gastronomía popular radica precisamente en esa capacidad de transformar ingredientes básicos en manjares. La patatas a la riojana, con su base de patata, chorizo y pimentón, es el ejemplo perfecto de cómo unos pocos elementos bien tratados pueden crear un plato contundente, reconfortante y lleno de sabor. Sin embargo, incluso en las recetas más asentadas, siempre hay espacio para pequeños ajustes que, aunque parezcan nimios a primera vista, desencadenan una explosión de matices en el paladar, abriendo un nuevo universo de posibilidades gustativas.

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PATATAS A LA RIOJANA, CÓMO EXPRIMIR EL ALMA DEL CHORIZO: UN GESTO DE MESTRÍA

Fuente: Freepik

El gesto de sofreír el chorizo en rodajas al principio y retirarlo antes de añadir las verduras no es casualidad, es un acto deliberado que busca maximizar la cesión de sabor sin sobrecocinar el embutido. Si el chorizo se dejara durante todo el proceso de sofrito inicial junto a la cebolla y el pimiento, podría resecarse en exceso o incluso quemarse en los bordes, afectando negativamente a su textura final. Al retirarlo a tiempo, se asegura que el chorizo mantenga su jugosidad para el momento en que se reincorpore al guiso.

Además, al sofreírlo solo, se le da al chorizo el espacio y el calor necesario para que suelte toda su grasa y pimentón de forma eficiente. Es un proceso rápido pero intenso, donde la interacción directa con el calor extrae lo mejor del embutido antes de que otros ingredientes con diferentes tiempos de cocción entren en escena. Este enfoque metódico garantiza que el sabor del chorizo esté presente desde el primer momento, infundiendo todo el plato de unas patatas a la riojana con su carácter distintivo.

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