El verano, con su promesa de descanso y aventuras, también abre la puerta a numerosas trampas que acechan al viajero desprevenido. Estafas encubiertas bajo ofertas irresistibles, alojamientos fantasma o agencias fraudulentas empañan lo que deberían ser días de desconexión. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lanza una advertencia clara y urgente: en tiempos de vacaciones, los delincuentes afinan sus métodos y multiplican las oportunidades para engañar al consumidor.
Con la temporada alta en pleno auge, los fraudes relacionados con viajes se disparan en todo el país. Desde coches de alquiler con costes ocultos hasta bonos hoteleros engañosos, los mecanismos son cada vez más sofisticados. Ante este escenario, la OCU insta a extremar las precauciones y actuar con sentido crítico, recordando que la información y la prevención son claves para que las vacaciones no terminen en una pesadilla económica y emocional.
2Agencias de viajes que cobran y desaparecen

Aunque pueda parecer una práctica antigua, todavía hay quienes caen en estafas cometidas por agencias de viaje poco transparentes o directamente fraudulentas. Según datos recientes compartidos por la OCU, estas entidades pueden ofrecer viajes organizados, cruceros o paquetes de vuelos a precios tentadores, pero una vez cobrado el importe, desaparecen sin cumplir lo prometido.
Este tipo de situaciones se ha intensificado con el uso de redes sociales como canal para captar clientes. Muchas veces, las agencias ni siquiera cuentan con una sede física o una web profesional. Solo necesitan un anuncio atractivo en Instagram o Facebook para atraer la atención de posibles víctimas.
La OCU insiste en que antes de reservar, los consumidores deben asegurarse de que la agencia esté debidamente registrada, revisar los términos y condiciones del contrato, y desconfiar de aquellas que solo aceptan pagos por medios no rastreables. Además, sugiere guardar capturas de toda la información intercambiada, ya que podría servir en una eventual reclamación legal.