Especial 20 Aniversario

Las lentejas ‘viudas’ que saben a gloria: el truco de La Vera para un sabor ahumado sin usar chorizo

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Las lentejas son un plato que evoca recuerdos, hogar y tradición en la cocina española, un pilar fundamental en la dieta mediterránea que ha alimentado generaciones con su sencillez y contundencia. Sin embargo, muchas veces se asocian indefectiblemente con el compango, ese acompañamiento cárnico que le aporta sabor y carácter, pero que limita su acceso a quienes buscan opciones más ligeras o vegetarianas, o simplemente prefieren disfrutar de la legumbre en su máxima expresión.

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Desligar las lentejas de ese maridaje clásico, las convierte en lo que popularmente conocemos como «viudas», un término que lejos de implicar tristeza culinaria, abre la puerta a exploraciones de sabor inesperadas, a redescubrir matices que el chorizo o la panceta suelen eclipsar. El desafío reside en cómo dotar a estas lentejas huérfanas de carne de una personalidad propia y un fondo que las haga inolvidables, una tarea que, sorprendentemente, encuentra una solución magistral en un rincón concreto de nuestra geografía, un secreto ancestral que potencia su gusto hasta niveles insospechados sin recurrir a grasas animales.

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EL TRUCO MAESTRO: PIMENTÓN AL FINAL Y FUERA DEL FUEGO

Fuente: Pexels

El secreto para transformar unas simples lentejas ‘viudas’ en un plato digno de elogio, con un sabor ahumado que no tiene nada que envidiar a las versiones con chorizo, reside precisamente en el uso estratégico del Pimentón de la Vera DOP. No se trata de añadirlo alegremente al sofrito inicial, donde podría quemarse y amargar, arruinando el plato y desaprovechando sus matices únicos, sino de incorporarlo en un momento muy específico de la cocción para preservar toda su fragancia y potencia aromática.

La instrucción es clara y precisa, la esencia del truco de La Vera: añadir una cucharadita de Pimentón de la Vera DOP (variedad agridulce o picante, según preferencia) justo al final de la cocción de las lentejas, una vez que el guiso ya está tierno y espeso, y, crucialmente, fuera del fuego. Remover bien para que se integre el color y el aroma, tapar la olla y dejar reposar unos minutos antes de servir. Este golpe final de pimentón, sin calor directo, permite que sus aceites esenciales y su distintivo aroma ahumado se liberen plenamente, impregnando cada bocado de las lentejas con ese sabor profundo e intenso que buscamos, logrando unas lentejas vegetarianas llenas de carácter.

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