Cuando suben las temperaturas, hay algo que no falta en ningún congelador: el helado. Sea después de una comida en familia, como capricho entre horas o simplemente para aliviar el calor de la jornada, este postre frío se ha convertido en un imprescindible del verano. Y, si bien las marcas tradicionales siguen teniendo su público, los helados de marca blanca de los supermercados pisan cada vez más fuerte.
La oferta es tan amplia como variada. Desde polos refrescantes hasta tarrinas veganas o postres gourmet. Y aunque muchas veces no lo sabemos, detrás de estos productos hay fábricas nacionales, acuerdos estratégicos y, sobre todo, una batalla silenciosa entre supermercados para conquistar al consumidor con el helado perfecto.
3Día: variedad, colaboración y un catálogo en expansión

El caso de Día es, posiblemente, uno de los más interesantes en lo que respecta a la producción de helados. A diferencia de otros supermercados que confían su catálogo a un único proveedor, esta cadena trabaja con varias empresas del sector para dar forma a su línea Temptation.
Entre los nombres destacados figuran Helados Somosierra (también conocida como Crestas la Galeta), ubicada en Alcobendas, y la catalana Lacrem S.A.U., que se especializa en productos como los sándwiches de helado. Pero eso no es todo. También colaboran La Menorquina y La Casa S.A., responsables de productos tan populares como el helado de chocolate con Conguitos o el emblemático “vampiro”.
Este enfoque permite a Día ofrecer una gama extensa y variada, que abarca desde helados infantiles hasta opciones más elaboradas. Sin embargo, también supone un reto logístico importante. Coordinar diferentes proveedores, asegurar la calidad homogénea y mantener los precios competitivos no es tarea fácil.