Tenemos muy interiorizados los grandes pilares de la salud y el bienestar: alimentación, ejercicio y descanso. Las dietas saludables, las rutinas de gimnasio o los hábitos de higiene del sueño conforman pequeñas inversiones de tiempo y esfuerzo en nuestro propio bienestar y salud a largo plazo. Pero ¿y si es hora de pasar al siguiente nivel?
Comprar un spa interior o un jacuzzi para casa ha dejado de ser algo al alcance de unos pocos para convertirse en una inversión realista y certera. Se trata de un aliado contra dolores musculares, estrés y ansiedad que favorece el descanso y, por lo tanto, es una apuesta por el autocuidado diario que impacta de forma positiva en la salud integral.
Los beneficios de un spa sin salir de casa
El día a día nos somete a prisas, estrés, tiempos de pantalla, tensiones interpersonales y otras circunstancias que afectan a nuestra fatiga mental. La mayoría de las personas ve una única salida en el fin de semana o en el tiempo de vacaciones, como si el necesario “reseteo” tuviera que estar acotado por los designios del calendario. Pero la respuesta tiene que estar en el día a día.
Disponer de un espacio en casa en el que pararse a desconectar, respirar y poner momentáneamente la rutina en pausa para reconectar puede convertirse en todo un bálsmo cotidiano. Un spa interior permite obtener en el día a día los demostrados beneficios de la hidroterapia, comenzando por la relajación muscular, el alivio de las molestias articulares y la mejora de la circulación sanguínea.
A los beneficios a nivel físico se suman los mentales y emocionales. La inmersión induce esa sensación conocida de relajación y bienestar, lo que ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad. Una sesión con terapias de agua libera endorfinas, la llamada hormona de la felicidad, por lo que mejora el estado de ánimo y la sensación de bienestar.
En otras palabras, comprar un spa interior es un modo de asegurarse una sesión diaria de relajación, con efectos que pueden ir más allá que el mindfulness o la meditación. Es una manera de dedicarse tiempo sin esperar que llegue por sí solo el momento de recargar la batería, como hacemos al esperar las vacaciones. Por eso comprar un jacuzzi interior sería una práctica recomendada por muchos profesionales de la salud que conocen los verdaderos efectos del estrés.
Las claves de un spa en casa
Una de las principales ventajas de comprar un spa para casa es poder disfrutar sus beneficios los 365 días del año, sin importar la estación en la que nos encontremos, las condiciones climatológicas o la temperatura exterior. Se integra en estancias como el baño, la zona de gimnasio, una habitación privada o un sótano que esté bien habilitado, y permite crear rituales de bienestar sin los desplazamientos que exige un balneario o centro de spa.
Los modelos actuales de spa interior tienen diseños elegantes a la par que funcionales. La variedad es tal que hay una para prácticamente cada espacio, sin necesidad de contar con grandes superficies ni hacer reformas de gran calado. No solo se pueden instalar en casas rurales o viviendas unifamiliares, sino también en pisos del centro urbano.
Ejemplo de ello es el catálogo de Aquavia Spa. Además de ofrecer variedad, sus modelos ofrecen un alto nivel de personalización, tanto en los acabados como en en los asientos: desde el sistema localizado de presión que realiza masajes en profundidad al rotativo drenante capaz de ofrecer un masaje lipoactivo y moldeante, o el jet rotativo antitensión que tiene efectos descontracturantes por el efecto circular del agua.
El catálogo no termina con los spas interiores, sino que abarca conceptos tan atractivos como el del swim spa. Se encuentra a medio camino entre la piscina y la bañera de hidromasaje, por lo que permite la práctica de la natación contracorriente o el aquagym a la vez que aporta los beneficios propios del spa.
En definitiva, la amplia variedad de instalaciones de este tipo demuestran que ya no están asociadas al alto standing, sino que existen opciones para cualquier presupuesto. Es gracias al avance tecnológico y a la innovación, que ha reducido los costes de instalación y mantenimiento para hacer del spa algo al alcance de cualquier persona.