Cuando el calor se instala y el cuerpo empieza a pedir frescura, hay una fruta que nunca falla: la sandía. Refrescante, ligera y cargada de agua, se ha convertido en un símbolo del verano español. En ese contexto, Mercadona no pierde el paso y renueva, año tras año, su compromiso con esta fruta de temporada, apostando por variedades nacionales que llegan al consumidor en su punto exacto de sabor y maduración.
La presencia de la sandía en las estanterías de Mercadona no es casual ni improvisada. Detrás de cada pieza hay una red de proveedores locales, una logística pulida y una apuesta clara por el producto de cercanía. En este artículo, te contaremos cómo la cadena valenciana ha hecho de la sandía no solo un éxito de ventas, sino también un reflejo de su modelo de abastecimiento basado en calidad, frescura y compromiso con el campo español.
5Más del 85 % de productos con sello español: la filosofía Mercadona

A lo largo de los últimos años, Mercadona ha consolidado un modelo de negocio que apuesta por el producto de proximidad. Según datos oficiales de la propia empresa, más del 85 % del surtido que se encuentra en sus supermercados es de origen nacional. Esto incluye frutas, verduras, carnes, pescados, panificados y productos elaborados.
Esa elección no es casual. Se trata de una estrategia que tiene múltiples beneficios: dinamiza las economías regionales, reduce la huella de carbono, garantiza la frescura del producto y fortalece el vínculo entre productores y consumidores. A su vez, posiciona a Mercadona como un agente clave en el desarrollo del sector agroalimentario español.
En el caso específico de la sandía, esta política cobra aún más valor si se considera que es un producto estacional con alta rotación. La compañía no solo compra grandes volúmenes, sino que también establece acuerdos directos con los agricultores, lo que les permite planificar mejor sus cosechas y asegurar condiciones laborales más estables.