Especial 20 Aniversario

Es posible mantener una dieta saludable en verano sin caer en las tentaciones del calor

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El verano transforma rutinas, modifica hábitos y altera nuestros ritmos más profundos, incluyendo los del apetito. Con el aumento del tiempo de ocio y las vacaciones, muchas personas tienden a relajar sus cuidados y caen en costumbres que, a la larga, perjudican su salud. Lo cierto es que el calor no solo cambia lo que queremos comer, sino también lo que necesitamos. Y ahí es donde entra en juego una buena dieta.

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La inapetencia, la necesidad de hidratación constante y el descenso de las necesidades calóricas hacen que esta estación exija una alimentación específica. Pero no hablamos de prohibiciones ni de restricciones estrictas, sino de conocer lo que el cuerpo realmente necesita para funcionar bien, sin sumar kilos de más ni sentirse pesado o fatigado. A continuación, repasaremos todo lo que deberías saber para mantener una dieta adecuada este verano, y cómo lograrlo de forma práctica y placentera.

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La hidratación: el pilar que sostiene toda buena dieta

La hidratación: el pilar que sostiene toda buena dieta
Fuente: Agencias

Beber agua es mucho más que calmar la sed. En verano, la hidratación se vuelve una necesidad constante para que el cuerpo regule la temperatura, reponga minerales perdidos por el sudor y mantenga el equilibrio de todos sus sistemas. Y aunque parezca obvio, muchas personas aún no consumen la cantidad de líquidos adecuada a lo largo del día.

Lo ideal, según la especialista, es no esperar a sentir sed. Tener siempre una botella de agua a mano, incluso cuando no se está al aire libre, es una estrategia simple pero poderosa. También se puede sumar hidratación a través de otras vías: caldos fríos, infusiones sin azúcar, zumos naturales (con moderación), aguas saborizadas con frutas o incluso frutas ricas en agua.

Por el contrario, las bebidas azucaradas o alcohólicas pueden deshidratar aún más al cuerpo y generar picos de insulina que aumentan el apetito. Por eso, incluir la hidratación como parte activa de la dieta no solo es importante para el peso, sino también para el bienestar general, la energía y la digestión.

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