En un momento en el que el mercado laboral se transforma a un ritmo vertiginoso y en el que índice de desempleo no deja de incrementarse, la Comunidad de Madrid ha decidido tomar la delantera con una ambiciosa inversión de seis millones de euros para impulsar la formación digital entre quienes más lo necesitan.
La iniciativa, que se desarrollará entre 2025 y 2027 en el Centro de Formación Digital de San Blas, está dirigida principalmente a jóvenes y personas desempleadas inscritas en las Oficinas de Empleo regionales. El objetivo es claro; ofrecer una vía real de acceso al empleo (seguro) a través de competencias tecnológicas con alta demanda como la inteligencia artificial, la ciberseguridad o el desarrollo de aplicaciones móviles.
Con un total de 121 cursos y más de 2.000 plazas, este nuevo plan autonómico se perfila como una de las apuestas más sólidas en materia de empleabilidad digital en España. Las acciones formativas, con un enfoque práctico y adaptado a las necesidades del mercado, se impartirán en grupos reducidos de hasta 18 alumnos y estarán vinculadas al Centro de Formación Profesional para el Empleo de Getafe, especializado en TIC.
Madrid lanza así su particular ‘Silicon Valley del paro’, consolidando un nodo estratégico para capacitar en tecnologías emergentes y facilitar la inserción laboral en sectores clave del siglo XXI.
Más de 2.000 plazas gratuitas para formarse en inteligencia artificial, ciberseguridad y desarrollo de apps

La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha un ambicioso programa de formación con el que pretende ofrecer nuevas oportunidades a quienes más lo necesitan. Con más de 2.000 plazas gratuitas, repartidas en 121 cursos altamente especializados, el plan se centra en áreas clave del entorno digital como la inteligencia artificial, la ciberseguridad y la creación de aplicaciones móviles.
Cada curso contará con un máximo de 18 alumnos, lo que garantiza una atención personalizada y un alto nivel de aprovechamiento académico, porque al final se trata de una formación para el trabajo. Esta iniciativa, financiada con seis millones de euros, busca preparar a los participantes para un mercado laboral cada vez más exigente en competencias digitales.
Las acciones formativas, no solo se dirigen a personas desempleadas inscritas en las Oficinas de Empleo regionales, sino también a jóvenes sin experiencia laboral y a profesionales en activo que deseen actualizar su perfil, profesionales del sector que desean actualizar su formación. La oferta formativa responde a una necesidad real de cualificación en sectores con fuerte demanda de empleo.
San Blas, Madrid se convierte en un nuevo polo tecnológico con cursos especializados en las TIC

El epicentro de esta transformación digital se sitúa en el barrio madrileño de San Blas, por razones bastante claras, además, es un lugar donde el Centro de Formación Digital se prepara para acoger este extenso programa educativo. Este espacio, gestionado en colaboración con el Ayuntamiento y vinculado al Centro de Formación Profesional para el Empleo de Getafe, se consolida como una infraestructura estratégica en la lucha contra el desempleo tecnológico en la región. Además, es una de las zonas de Madrid más afectadas por el desempleo, especial atención a los jóvenes.
La elección de San Blas no es casual, su ubicación y conectividad lo convierten en un enclave idóneo para el desarrollo de un campus formativo con vocación de futuro. Con esta apuesta, la Comunidad de Madrid busca crear un auténtico ecosistema de capacitación digital que acerque la innovación a los barrios y facilite la integración profesional de colectivos vulnerables en sectores emergentes como la realidad virtual, el montaje de redes TIC o la protección de datos. Se espera que sea una iniciativa que se extienda en el tiempo y que este grupo de jóvenes y desempleados sea el primero de muchos.
La Comunidad de Madrid destina 6 millones de euros para impulsar el empleo digital entre los más vulnerables

El Consejo de Gobierno regional ha aprobado la inversión mediante un procedimiento abierto de contratación pública, que permitirá seleccionar a las entidades encargadas de organizar e impartir los cursos. La licitación contempla un plazo de ejecución de 24 meses desde la firma del contrato y un seguimiento a través del Portal de la Contratación Pública.
Este enfoque garantiza la transparencia del proceso y la calidad del servicio formativo, que al tratarse de una formación para el trabajo debe cumplir con una serie de exigencias básicas. El programa presta especial atención a los jóvenes que buscan incorporarse por primera vez al mercado laboral, uno de los colectivos más afectados por el desempleo estructural y muy seguramente uno de los sectores más desatendidos por las políticas gubernamentales (regional y evidentemente central) en los últimos años.
También se prioriza a las personas en paro inscritas en las oficinas de empleo de la región. La intención es clara; facilitar el acceso a un empleo de calidad mediante una formación actualizada y adaptada a los perfiles más demandados en el nuevo entorno digital.