Con la llegada del verano, las altas temperaturas, los cambios en la alimentación y la deshidratación pueden volver al cuerpo más vulnerable a ciertos desequilibrios. Entre ellos, uno de los más comunes —y muchas veces subestimado— es la inflamación. Por fortuna, existen formas naturales de controlarla, y una de las más eficaces es a través de los alimentos que comemos.
Según nutricionistas y especialistas en salud digestiva, incluir determinados alimentos en la dieta veraniega puede marcar una gran diferencia. No se trata de seguir una dieta restrictiva ni de cambiar todos los hábitos de un día para otro, sino de hacer elecciones conscientes que aporten frescura, bienestar y equilibrio. A continuación, te contaremos cuáles son los cinco alimentos que ayudan a reducir la inflamación en verano y por qué deberías incorporarlos desde hoy.
4Frutos rojos: pequeños, poderosos y antiinflamatorios

Fresas, frambuesas, moras y arándanos. Todos ellos tienen algo en común: su color intenso es señal de una alta concentración de antocianinas, unos pigmentos con propiedades antioxidantes que también tienen un fuerte efecto antiinflamatorio. Por eso, los frutos rojos son uno de los alimentos más recomendados cuando se busca combatir la inflamación de manera natural.
Además de las antocianinas, estos frutos contienen vitamina C, fibra y una gran cantidad de agua. Esto los convierte en un snack ideal para los días de calor. Son ligeros, refrescantes y muy fáciles de digerir. También contribuyen a la salud digestiva, ya que la fibra que contienen alimenta a las bacterias beneficiosas del intestino, reduciendo así los procesos inflamatorios crónicos de bajo grado.
Como si fuera poco, los frutos rojos están en su mejor momento en verano. Se pueden consumir solos, en yogures, ensaladas, batidos o incluso como parte de un desayuno saludable con avena o chía. Incorporar este tipo de alimento no solo suma sabor y color a tus platos, sino que mejora tu salud desde la primera cucharada.