RTVE vive uno de los momentos más dulces de su historia reciente, al menos en cuanto a resultados. La corporación pública, que emprendió un nuevo camino y una estrategia mucho más agresiva de la mano de su presidente José Pablo López, puede presumir de buenos números de audiencia, con La 1 siendo la segunda cadena más vista de la televisión española y varios programas catapultando la cuota de pantalla de los últimos meses.
Sin embargo, Radio Televisión Española está a su vez lidiando con una situación marcada por altos niveles de crispación. Debido al conflicto político actual, los miembros de la cadena tienen que capear a diario un temporal repleto de diversas acusaciones sobre falta de pluralidad o señalamientos por el perfil de los profesionales contratados, que no convence a un sector de la sociedad con una ideología política contraria a la del Gobierno.
Por ese motivo, no ayuda que la propia RTVE esté recibiendo acusaciones también por parte de otros entes que tienen poco que ver con la influencia política. Y es que, solo en las últimas semanas, ha sido señalada por discriminar a las personas sordas por no incluir lengua de signos y por convertirse en un obstáculo para el sector de la animación española.
CNSE denuncia que RTVE discrimina a las personas sordas
La queja más reciente procede de Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), la organización sin ánimo de lucro que atiende los intereses de las personas sordas y de sus familias en nuestro país. CNSE está integrada por 18 federaciones de personas sordas, manteniendo afiliadas a su vez a más 100 asociaciones locales y provinciales de España, y exige a RTVE que garantice la accesibilidad a las comparecencias del presidente del Gobierno mediante la incorporación de la ventana con intérprete de lengua de signos.

Esta reivindicación no es nueva, ya que la entidad ya señaló a la corporación pública por negarse a incorporar interpretación en lengua de signos durante la emisión en director de la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso para informar sobre el apagón eléctrico del 28 de abril. Ahora piden que se produzca en la intervención del presidente este próximo miércoles 9 de julio con motivo de la cumbre de la OTAN y el ‘caso Cerdán’.
«RTVE tiene el deber legal y moral de ser un ejemplo en materia de inclusión, cumpliendo con la normativa vigente y respetando los derechos fundamentales de toda la audiencia», afirma Roberto Suárez, presidente de la CNSE. Según la confederación, RTVE desoye lo establecido en la Ley 27/2007, en la Ley General de Comunicación Audiovisual y en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas.
RTVE tiene el deber legal y moral de ser un ejemplo en materia de inclusión, cumpliendo con la normativa vigente y respetando los derechos fundamentales de toda la audiencia
Roberto Suárez, presidente de la CNSE
CNSE acusa a RTVE de excluir sistemáticamente a miles de personas sordas acceder a información fundamental, lo que para ellos constituye una discriminación flagrante y una grave vulneración de la legislación vigente. Tachan la postura de «marginación informativa de la población sorda», y aseguran que han mantenido correspondencia con la defensora de la audiencia de RTVE y con la directora del canal 24 horas.
«Tenemos derecho a estar informados en tiempo real y a través de los mismos canales que el resto de la ciudadanía», prosigue Suárez en relación a que el canal 24 horas deriva la señal accesible a su página web o al entorno HbbTV, lo que según él resulta inviable para buena parte del colectivo de personas sordas, que solo puede acceder a la televisión convencional. «No cejaremos hasta que todas las emisiones de interés general cuenten con interpretación en lengua de signos y subtitulado», sentencia.
El sector de la animación española, también disgustado
En otro contexto, RTVE también está en el punto de mira del sector de la animación española. Representantes de la cadena pública de televisión anunciaron, durante el Festival Internacional de Annecy y con más de seis meses de retraso sobre la fecha prevista, la resolución de la convocatoria de series de animación con la que la corporación consigue nuevas obras nacionales para Clan, su canal infantil.

La polémica surgió tras conocer que únicamente se han seleccionado tres proyectos españoles (la temporada 6 de Pocoyó, las temporadas 3 y 4 de Superthings y la temporada 1 de Antón Piñón), una cifra que se ha reducido con el paso de los años. Los proyectos de nueva creación fueron siete en 2023, y los productores de animación española denuncian un «agravio comparativo», compitiendo con desigualdad de condiciones en el mercado internacional.
La animación española facturó 604.012.835 euros en 2023 y generó más de 5.800 empleos directos, según el Libro Blanco de la Animación 2024 y los datos recogidos por la propia RTVE. Tanto la Federación de Productores Audiovisuales como la Federación de animación y efectos visuales DIBOOS exigen que RTVE refuerce su oferta de contenidos infantiles en Clan con un mayor número de proyectos, primando el equilibrio entre propiedades de nueva creación y otras ya consolidadas y contando con una mayor agilidad en los plazos y procesos.