Todo marcha bien en una comida entre amigos hasta que llega la cuenta. Es entonces cuando empieza un tira y afloja que ha terminado por trasladarse también a las cocinas. Cada vez más bares y restaurantes han decidió poner fin al pago por separado por parte de los clientes.
Para ello, son muchos los que han colgado carteles que avisan que no se permite dividir la cuenta. Una decisión que no es ilegal, pero sí ha generado mucha polémica. Se trata de una medida preventiva para evitar situaciones incómodas con los clientes y, sobre todo, para no entorpecer el funcionamiento del servicio.
Tal como explican numerosos camareros, atender una mesa grande ya implica una carga de trabajo considerable, pero cuando cada comensal exige pagar por separado, la complejidad se multiplica.
Aunque desde el marco legal no hay ninguna norma que obligue a un local a aceptar pagos por separado, desde organizaciones como la OCU se recomienda una buena comunicación entre ambas partes para no llegar a discusiones absurdas.

«No hay una ley que determine que los clientes tienen derecho a fraccionar la cuenta o a pagarla de una sola vez. Es un aspecto en el que la ley no llega a profundizar tanto. Simplemente, hay que aplicar el sentido común. Lo lógico es informar por parte de la empresa que presta el servicio y los clientes atenerse a estas circunstancias», explica Enrique García, portavoz de la organización.
PERO NO; NO EXISTE NINGUNA LEY QUE DICTAMINE QUE NO SE PUEDA PAGAR POR SEPARADO
Los hosteleros se quejan principalmente de que esta práctica ralentiza enormemente el servicio. Cuando una mesa de 15 o 20 personas pide dividir el total, cada uno suele querer pagar a su manera, algunos en efectivo, otros con tarjeta, algunos más con tickets restaurante o incluso con aplicaciones móviles.
Esta variedad de métodos, lejos de facilitar la tarea, provoca errores, desajustes en la caja y un uso excesivo del tiempo del personal que puede derivar en una peor atención al resto de la clientela.

Aún más compleja es la situación cuando los comensales no quieren pagar a partes iguales, sino que se les cobre exactamente lo que han consumido. En cuentas elevadas y con muchos platos compartidos, calcular ese reparto puede llevar más tiempo que servir la comida. Algunos negocios, directamente, rechazan estas peticiones. Pero… ¿es legal hacerlo?
SERÁ EL LOCAL EL QUE TENGA LIBERTAD PARA HACERLO, PERO DEBE AVISAR PREVIAMENTE
Según asociaciones como Facua o la OCU, no existe una norma que obligue a los restaurantes a fraccionar la cuenta. Tampoco hay ninguna que lo prohíba. La clave está en la transparencia: si el local informa de su política de pagos antes de tomar la comanda, tiene derecho a mantenerla. Si no lo hace, los clientes pueden reclamar. «Es una cuestión de sentido común», apunta Enrique García, portavoz de la OCU.
A esta tendencia se suma otra aún más polémica: cobrar un suplemento por dividir la cuenta. Algunos bares han empezado a aplicar recargos según el número de personas y de pagos, argumentando que deben cubrir el coste del uso del TPV o la gestión extra. Aunque puede resultar molesto, esta práctica también es legal siempre que se informe previamente al cliente. «Si lo sabes antes de consumir, lo aceptas como parte del contrato«, señala el abogado Xavi Abat.
Esto, claro, ha generado un importante debate en las redes sociales con todo tipo de opiniones. ¿A favor o en contra? Cuando ves gente que pide que le cobres la cuarta parte de las bravas, la mitad de los calamares y un tercio de las croquetas, pues entiendo perfectamente al hostelero» afirma un usuario de ‘X.
«Hace unos años entiendo esa necesidad de cobrar a cada uno lo suyo, sobre todo en gente joven que va con lo puesto. Hoy en día, con la existencia de los bizum, son ganas de tocar las pelotas al personal el pedir que te cobren por separado», expresa otro.