La jubilación parcial se ha consolidado como una opción intermedia para quienes desean reducir su jornada laboral sin esperar a cumplir la edad legal de retiro. Esta modalidad permite compatibilizar una pensión parcial con un trabajo a tiempo reducido y ofrece distintas posibilidades en función de la edad, los años cotizados y si existe o no contrato de relevo. En 2025 su aplicación sigue sujeta a condiciones específicas que conviene conocer.
En primer lugar, no todo el mundo puede acceder a esta modalidad. Entre los requisitos para acceder a la jubilación parcial existe una cuestión clave: saber cuántos años hay que cotizar para jubilarse: solo podrán optar por esta vía quienes acrediten al menos 33 años cotizados en caso de acogerse a la modalidad con contrato de relevo, y 15 años si lo hacen sin relevo, siempre que hayan cumplido la edad ordinaria de jubilación.
Este requisito de cotización va acompañado de otras condiciones. En la modalidad con relevo, el trabajador debe tener al menos seis años de antigüedad en la empresa y acordar una reducción de jornada de entre el 25 % y el 75 %. A cambio, la empresa está obligada a contratar a una persona desempleada o con contrato temporal para cubrir la parte proporcional de la jornada. Este contrato de relevo debe mantenerse durante al menos dos años.
La edad de acceso también depende de los años cotizados. Por ejemplo, quienes hayan trabajado durante 38 años y 3 meses o más podrán optar a la jubilación parcial con relevo desde los 62 años y 8 meses. En cambio, si no alcanzan ese umbral, deberán esperar hasta los 64 años y 4 meses como mínimo. Estas condiciones varían ligeramente cada año, por lo que es útil consultar la tabla de jubilación por año de nacimiento, donde se puede identificar con exactitud la edad exigida en cada caso.
Además, es importante valorar qué implicaciones tiene optar por esta modalidad. Aunque permite un retiro progresivo, también puede suponer ciertas desventajas. Durante el periodo de jubilación parcial la pensión se calcula en proporción a la jornada laboral, lo que puede traducirse en ingresos más bajos. A esto se suman posibles restricciones si no se cumplen todos los requisitos normativos. Entender qué se pierde con la jubilación parcial es esencial para tomar una decisión informada y evitar sorpresas.
Una alternativa interesante para quienes han alcanzado la edad ordinaria es la jubilación flexible, que permite compatibilizar el cobro de la pensión con un trabajo a tiempo parcial. Ambas fórmulas, la parcial y la flexible, responden al nuevo modelo de retiro activo, que busca adaptarse a trayectorias laborales más diversas y a una vida laboral más larga.
En cualquier caso, la mejor manera de prever el impacto económico de esta decisión es realizar una simulación personalizada. Existen herramientas prácticas, como el simulador de jubilación, que permiten conocer con antelación la pensión estimada, el momento más adecuado para retirarse y el efecto que tendría elegir una u otra modalidad.