A veces, lo más revolucionario no es nuevo, sino redescubierto. En el universo de los alimentos fermentados, donde el yogur y el kéfir han reinado durante décadas por sus beneficios digestivos, una alternativa ancestral empieza a pisar fuerte: el tempeh. Este alimento de origen indonesio no solo ofrece una potente dosis de proteínas vegetales, sino que también se ha ganado el respeto de nutricionistas y médicos por su efecto positivo sobre el sistema digestivo y la microbiota intestinal.
En un contexto en el que la hinchazón abdominal, las intolerancias y los problemas digestivos están en aumento, cada vez más personas buscan alimentos que sean funcionales, naturales y, por qué no, sabrosos. El tempeh se convierte así en mucho más que una moda: es una respuesta concreta a una necesidad real.
4De la tradición indonesia a los hogares europeos: cómo el tempeh está conquistando Occidente

Durante siglos, el tempeh fue uno de los alimentos básicos de la cocina indonesia, especialmente valorado en zonas rurales por su bajo costo y alta capacidad nutritiva. Las comunidades budistas lo adoptaron como reemplazo de la carne, y con el tiempo su consumo se expandió a otras partes del sudeste asiático. Pero ha sido en los últimos años, con el auge de la alimentación saludable, las dietas plant-based y la preocupación por la sostenibilidad, cuando este alimento milenario comenzó a ganar terreno en países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y también en España.
Según la Sociedad Internacional de Agricultura y Alimentación, el mercado global del tempeh ha crecido un 12 % anual durante la última década, impulsado por consumidores que buscan alimentos funcionales, ricos en nutrientes, pero con bajo impacto ambiental. Este crecimiento ha ido acompañado de una mayor oferta en supermercados ecológicos y tiendas especializadas, donde ya es posible encontrar tempeh natural, marinado, en láminas o incluso como base de hamburguesas vegetales.