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Alexa bajo la lupa: el estudio de la OCU que revela el verdadero coste de tener este asistente siempre encendido

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Cada vez son más los hogares que incorporan dispositivos inteligentes como Alexa. Con solo una orden de voz, este pequeño asistente puede encender luces, reproducir música o incluso hacer la lista del supermercado. Pero lo que muchos no saben es que su comodidad tiene un coste oculto.

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Según una investigación reciente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), mantener a Alexa conectado las 24 horas del día no solo implica un consumo energético constante, sino también un impacto económico que, si bien puede parecer menor en lo inmediato, se acumula con el paso de los meses y se hace sentir en la factura de la luz.

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Una ayuda doméstica con gasto silencioso

Una ayuda doméstica con gasto silencioso
Fuente: Unsplash

Alexa se ha instalado en la vida cotidiana de millones de personas como un asistente confiable y eficiente. Su facilidad de uso y sus múltiples funciones lo han convertido en un “habitante más” dentro del hogar moderno. Pero como todo electrodoméstico, consume energía. Y según el informe elaborado por la OCU, ese consumo no es tan bajo como muchos usuarios imaginan.

El estudio indica que, incluso cuando el dispositivo no está en uso activo, su modo reposo mantiene una conexión constante con los servidores y escucha en espera de comandos. Esta actividad pasiva requiere energía, y es justamente ahí donde aparece el problema. Según los cálculos de la OCU, un único dispositivo Alexa puede llegar a consumir hasta 26 kWh al año. Esta cifra ubica al asistente de Amazon entre los aparatos con mayor consumo “invisible”, superado únicamente por la caldera de gas y otros equipos de gran potencia.

Aunque parezca un número discreto, el gasto no termina siendo tan inofensivo si consideramos que muchas viviendas poseen más de un dispositivo conectado en simultáneo. A eso se le suma el resto de los aparatos en modo standby: televisores, routers, microondas y hasta cargadores de móviles, que también consumen energía sin que nos demos cuenta.

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