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El calor llegó para quedarse: cómo proteger a tu mascota del verano extremo que ya golpea a España

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El verano ya se siente con fuerza en España. Las lluvias y el frío quedaron atrás y, con ellos, se terminó el alivio en el termómetro. Las altas temperaturas no solo transforman nuestras rutinas, sino que también suponen una amenaza real para quienes muchas veces olvidamos: nuestras mascotas. Perros y gatos, especialmente los primeros, sufren el calor de forma más intensa que los humanos, y el riesgo puede ser mortal si no se actúa a tiempo.

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Mientras en ciudades como Córdoba, Sevilla o Madrid el calor no para de subir, los veterinarios encienden las alarmas: los golpes de calor en animales no son una exageración, sino una emergencia silenciosa que se agrava cada verano. Saber cómo actuar y, sobre todo, cómo prevenir, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de nuestra mascota.

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Cómo evitar el sufrimiento: consejos prácticos para cuidar a tu mascota del calor

Cómo evitar el sufrimiento: consejos prácticos para cuidar a tu mascota del calor
Fuente: Agencias

La prevención es, sin duda, la mejor medicina. Sobre todo en contextos donde las temperaturas superan los 35 °C de manera cotidiana. Por ello, los veterinarios recomiendan incorporar algunos hábitos imprescindibles para proteger a tu mascota:

  • Evitar paseos al mediodía: Salir muy temprano por la mañana o después del atardecer es fundamental. En ningún caso se debe sacar a caminar a una mascota entre las 11 y las 19 horas.
  • Nunca dejarla dentro del coche: Aunque esté a la sombra y con las ventanillas abiertas, el interior del vehículo puede superar los 50 °C en minutos.
  • Agua siempre disponible y fresca: Cambiarla dos o tres veces al día ayuda a mantenerla a una temperatura aceptable.
  • Sombras y espacios ventilados: Si la mascota permanece en el exterior, es vital que tenga acceso a una zona fresca, protegida del sol directo.
  • Cepillado frecuente: Eliminar el pelo muerto permite una mejor circulación del aire entre el pelaje y la piel.
  • Accesorios refrigerantes: Las colchonetas de gel frío, juguetes congelables o toallas húmedas pueden aliviar significativamente su temperatura.
  • Observar el comportamiento: Si una mascota se muestra menos activa, busca rincones frescos o rechaza alimento, hay que prestar atención. Son señales de que algo no va bien.

Además, en muchos casos es aconsejable adaptar el tipo de ejercicio que realiza el animal. Si está acostumbrado a correr o caminar grandes distancias, es recomendable reducir el esfuerzo durante los meses de calor intenso. Un simple juego dentro de casa o en el jardín a la sombra puede ser una buena alternativa.

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