Cada año nos encontramos con numerosos incendios que en algunos casos son fruto de accidentes involuntarios o factures naturales, pero en la gran mayoría son causas humanas, incluyendo quemas agrícolas no controladas, abandono de colillas u hogueras mal apagadas, sin olvidar el vandalismo o la provocación de incendios de forma deliberada.
Habitualmente asociamos el fuego a algo negativo y perjudicial para nuestros bosques y el planeta, sobre todo por el impacto que tiene para la flora y fauna. Sin embargo, gran parte de la población desconoce que no todos son malos e incluso pueden llegar a beneficiar a los bosques, aunque para ello deben darse una serie de condiciones y, por supuesto, estar debidamente controlados.
5GRANDES BENEFICIOS A TRAVÉS DE LOS INCENDIOS

Una vez llegado el siglo XX, se suprimieron las políticas relacionadas con el uso del fuego, con algunas excepciones como la quema de restos vegetales en invierno o la apertura de cortafuegos. Estas decisiones han evitado poder disfrutar de los beneficios que tienen los incendios bien controlados y en el lugar adecuado.
Se considera que los bosques de coníferas son un buen lugar para estas quemas, pues es parte natural de estas comunidades forestales, al haber muchas especies de plantas y animales que dependen de fuegos graves que acaban con la mayoría de los árboles. Por ejemplo, la secuoya no solo es resistente al fuego, sino que este facilita la propagación de la especie al abrir las piñas y liberar semillas, al mismo tiempo que destruye brotes rivales. Además, las quemas prescritas favorecen la salud de los bosques y reducen el riesgo de incendios masivos, todo ello mientras eliminan distintas plagas.