La Princesa Leonor sigue avanzando en su formación militar embarcada en la fragata Blas de Lezo, donde ha pasado las últimas semanas desde su regreso. En la fragata se le ha visto entre maniobras, clases teóricas y descubrimientos junto a la tripulación. Tras desembarcar recientemente en Nueva York con el Juan Sebastián de Elcano, Leonor ya ha completado su paso por la escuela naval y ahora se encuentra en una nueva fase en su preparación, que culmina mañana jueves 3 de julio en Gijón.
Las fotos de Leonor en Blas de Lezo publicadas por Casa Real demuestran que la princesa está preparada para asumir responsabilidades reales desde una posición cercana, con compromiso y profesionalidad. El fin de su periodo en Gijón marcará un cierre importante en esta fase de su formación, pero también será el comienzo de nuevas etapas. Leonor sigue siendo un ejemplo para las nuevas generaciones que la observan con interés. Su rumbo reafirma la idea de una princesa consciente y respetuosa con su misión y con la institución.
3Una imagen pública más cercana y madura

Las fotos que ha compartido la Zarzuela muestran a una heredera que está asumiendo sus deberes con altura de miras. No se trata solo de un entrenamiento efímero, sino de una formación que refuerza sus lazos con las instituciones y su futuro rol como monarca. Su actitud y naturalidad proyectan una mezcla de juventud y profesionalidad, que refuerzan su presencia ante una sociedad que sigue con atención su evolución.
Esa cercanía se muestra en pequeñas escenas cotidianas: tomando notas durante sus clases, intercambiando gestos con compañeros o ajustándose el uniforme antes de comenzar un turno. Ese tipo de momentos genuinos funcionan como testimonios auténticos de su compromiso y de la conexión con quienes le rodean en este entorno atípico y riguroso. Después de culminar su círculo naval, Leonor emprenderá la parte aérea de su preparación militar.