Especial 20 Aniversario

En qué se van los 1,5 millones que han costado los toldos «de quita y pon» de la Puerta del Sol que apenas dan sombra

Han tardado más de lo esperado, pero ya están aquí. Los nuevos toldos de la Puerta del Sol de Madrid ya están instalados en el kilómetro cero de España, aunque el resultado final no ha acabado convenciendo a una gran mayoría de madrileños. Hablamos de un proyecto que se ha retrasado en el tiempo y que llega en plena ola de calor, listo para julio, pero su alto coste es una de las cosas que menos entienden los madrileños.

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Inicialmente, estos toldos tendrían que haber estado colocados en el turístico lugar desde el pasado 2 de mayo, pero la Comisión Local de Patrimonio Histórico encargó al área de Obras del Ayuntamiento de Madrid que sustituyera las chinchetas que sostienen las telas. Finalmente, y con los procesos habiendo comenzado en marzo, ha sido a finales de junio cuando hemos podido verlos listos del todo.

Lo más polémico de todo es el coste: el Ayuntamiento de Madrid ha destinado 1,5 millones de euros en estos toldos de la Puerta del Sol, un montante que ni la oposición ni buena parte de los ciudadanos entiende. Primero porque no parece que solucionen apenas nada del problema del calor que se concentra en la zona, y segundo porque el resultado es francamente antiestético. A su vez, únicamente están presentes en el arco norte de la plaza y cubriendo unos poquitos metros, y además son temporales; es decir, se instalan a principios de verano y se desinstalan a final del periodo de la estación estival.

¿Por qué cuestan tanto los toldos de la Puerta del Sol?

Entonces, ¿cómo es posible que estos toldos, con este resultado, hayan costado tanto dinero a las arcas públicas? Pues bien, hay un razonamiento detrás que la mayoría de madrileños desconoce. La obra inicialmente era de 475.530 euros, un presupuesto algo más ajustado a lo que se ha visto en otras remodelaciones, aunque lejos de ejemplos como el de la Plaza de la Reina de Valencia, donde se invirtieron 25.000 euros en toldos que cubren 500 metros cuadrados.

Sin embargo, para la instalación ha sido necesario lastrar los bancos de anclaje, lo que provocó que se adjudicara un segundo contrato de 996.171,73 euros, haciendo ascender la cifra final a en torno el polémico millón y medio de euros. La empresa Carpas Zaragoza es la responsable de las velas, mientras que las compañías Licuas y Azvi han llevado a cabo las obras correspondientes a los bancos para los anclar las estructuras.

Al ser necesario lastrar los bancos de anclaje, se adjudicó un segundo contrato de 996.171,73 euros que triplicó el presupuesto final

A pesar de ello, esta explicación tampoco convence demasiado a las voces más críticas, que además recuerdan que José Luis Martínez-Almeida destinó unos 12,7 millones de euros (1,5 millones más de sobrecoste) en la última reforma de Sol, que da más espacio diáfano central al mover la estatua de Carlos III y cambiar la fuente que la rodea, pero que no aporta tampoco soluciones que mejoren el tránsito y bienestar de los ciudadanos por la plaza.

La Delegada De Obras Y Equipamientos, Paloma García Romero, Acompañada Del Concejal De Centro, Carlos Segura
La Delegada De Obras Y Equipamientos, Paloma García Romero, Acompañada Del Concejal De Centro, Carlos Segura | Fuente: Ayuntamiento De Madrid

En teoría se iba a sustituir también la marquesina de entrada a Renfe Cercanías, que cambiaría la conocida como la ballena de Sol por una cristalera cúbica transparente, pero la primera de momento allí sigue.

Duras críticas al resultado final

Sea como fuere, el resultado final de la instalación de los toldos en la Puerta del Sol no convence a casi nadie. Aunque hay que recordar que en la plaza no se pueden plantar grandes árboles porque no pueden enraizar debido a la proximidad de las instalaciones de Metro y Cercanías con la superficie (razón por la que no ha habido grandes plantaciones en toda la historia del icónico lugar), son muchos los que piden soluciones alternativas para la presencia de árboles, más cuando se están produciendo cierres constantes de lugares frescos como El Retiro por condiciones climatológicas.

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En otras zonas, como Málaga o Barcelona, se han visto grandes macetas para poder repartir árboles por la urbe, e incluso en Francia, la solución que tomaron en la explanada del Ayuntamiento de París fue elevar algunas zonas para poder ofrecer espacio a las raíces de los árboles que querían plantar, generando un resultado con mucho más verde:

«No necesitamos toldos de 1,5 millones de euros. Necesitamos más árboles, menos asfalto y un urbanismo que reduzca el efecto isla de calor en nuestras ciudades. Mientras tanto: mantente hidratado, busca lugares frescos y denuncia a la Inspección de Trabajo si se incumple la ley», ha declarado la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en relación a la obra.

Si bien es cierto que en la Puerta del Sol apenas ha habido vegetación en más de un siglo de historia, la verdad es que hubo presencia de árboles con maceta a principios de los 2000. También han existido propuestas que aseguraban que era posible plantar árboles en la zona, como el proyecto de Rubio Bilbao Arquitectos, que tomaba la dirección de elevar el terreno en algunas zonas para proporcionar profundidad a las plantaciones:

Proyecto De Rubio Bilbao Arquitectos
Proyecto De Rubio Bilbao Arquitectos | Fuente: @Madriddecadente

El problema de todas estas soluciones es que van en contra del objetivo del Ayuntamiento de Madrid, que ha optado desde el principio por hacer la plaza más diáfana y sin obstáculos, probablemente para realizar más eventos y gestionar mejor las aglomeraciones, aunque desde el consistorio nunca han admitido que el objetivo prioritario sea ese.

Pero las duras críticas no se dirigen solo al precio y a la ausencia de árboles; también apuntan a la calidad de los propios toldos. Estos no tienen agujeros para lluvia para liberar el agua acumulada en caso de tormenta, algo que sí tienen los que llevan un tiempo recorriendo en verano la comercial calle Preciados (aquellos que recuerdan a la bandera de Canarias).

Otra de las cosas más señaladas es que los toldos apenas dan sombra suficiente incluso debajo de ellos. Un usuario en redes sociales adjunta una imagen que muestra que no protegen demasiado de los rayos del sol cuando el sol está en lo alto, provocando mucha más sombra el propio cuerpo de la persona que se encuentra bajo los toldos.

Sombra De Los Toldos De La Puerta Del Sol
Fuente: Redes Sociales

Merece la pena recordar que, el año pasado, Greenpeace denunció con cámaras termográficas el calor de Madrid en verano, llegando a medir hasta 54,8 grados de temperatura en la Puerta del Sol, con suelos y fachadas con valores todavía más altos. En plena ola de calor, esto supone un riesgo para la salud de los ciudadanos que transitan estos lugares de la capital.

De hecho, entre 2022 y 2023 murieron más de 8.000 personas en España a causa del calor, según datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo). «Tenemos que adaptar las ciudades urgentemente a las temperaturas extremas y pedir que las empresas causantes asuman su responsabilidad», declaró entonces Francisco del Pozo, portavoz de Greenpeace.

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