Especial 20 Aniversario

Juan Carlos I habría incluido a su «cuarto hijo» en su testamento secreto, según Pilar Eyre

-

El nombre de Juan Carlos I parece seguir involucrado en temas relacionados con secretos y poder, y ahora la información llega desde las páginas de Lecturas. La especialista en Casa Real, Pilar Eyre, habría asegurado para el medio haber accedido a un testamento oculto que revelaría cómo el rey emérito pudo haber estructurado la herencia tras su muerte. Lo que resulta relevante es que no solo sus hijos reconocidos estarían en el reparto, sino también un hijo no reconocido, fruto de uno de sus amoríos extramaritales, como un beneficiario inesperado. 

Publicidad

El testamento secreto de Juan Carlos I, tal y como lo habría presentado Pilar Eyre, deja entrever una distribución diseñada para proteger el patrimonio, evitar impuestos, atender a sus hijos reconocidos y beneficiar a un hijo desconocido. Si se confirma esta información, estaríamos ante una herencia compleja, con implicaciones legales, fiscales y familiares.

4
Implicaciones para la familia real y reacción de Felipe

Implicaciones para la familia real y reacción de Felipe
Implicaciones para la familia real y reacción de Felipe | Fuente: Europa Press

Este testamento secreto de Juan Carlos I, si llegara a hacerse público después del fallecimiento del rey emérito, generaría un impacto notable en la Casa Real. Felipe VI, como ya se dijo, podría renunciar a la herencia por sus orígenes oscuros. Esto significa que toda la riqueza se repartiría entre Elena, Cristina y Alexander.

La figura del joven Alexander, que nunca ha sido reconocido públicamente como hijo de Juan Carlos I, tomaría entonces un papel relevante, aunque fuera relegado a un rol discreto hasta ahora. La polémica sobre parentesco y el dinero asignado podría reabrir debates sobre transparencia, legitimidad y moralidad en la herencia de la Corona.

Alexander tiene actualmente 22 años y es graduado en Historia y Política por la Universidad de Edimburgo. Se le puede ver en fotos con el rey emérito e incluso formando parte de reuniones privadas, como una barbacoa en la Zarzuela. Según Eyre, esa convivencia respalda la conexión auténtica entre ambos.

La presencia de Alexander en el testamento del emérito confirmaría que ese vínculo no era solo sentimental, sino también legal y material. Ese beneficio económico supondría consolidar su estatus, aún de forma discreta, dentro del entorno del rey emérito. Este testamento secreto, si es real en los términos que Pilar Eyre expone, se dividiría de la siguiente manera:

  • Elena y Cristina recibirían la parte más significativa y pública de la herencia.
  • Felipe, aunque hijo constitucional, no aceptaría activos de origen dudoso.
  • Alexander entraría por afinidad con arte y estimación personal del emérito.

Esa distribución rompería con lo esperado: primero porque Felipe estaría fuera del reparto, algo totalmente inusual pero justificado por el origen del dinero de su padre. Además, Alexander recibiría un patrimonio particular en forma de esculturas de plata que podrían exhibir tanto un valor sentimental como económico.

Siguiente
Publicidad