El nombre de Juan Carlos I parece seguir involucrado en temas relacionados con secretos y poder, y ahora la información llega desde las páginas de Lecturas. La especialista en Casa Real, Pilar Eyre, habría asegurado para el medio haber accedido a un testamento oculto que revelaría cómo el rey emérito pudo haber estructurado la herencia tras su muerte. Lo que resulta relevante es que no solo sus hijos reconocidos estarían en el reparto, sino también un hijo no reconocido, fruto de uno de sus amoríos extramaritales, como un beneficiario inesperado.
El testamento secreto de Juan Carlos I, tal y como lo habría presentado Pilar Eyre, deja entrever una distribución diseñada para proteger el patrimonio, evitar impuestos, atender a sus hijos reconocidos y beneficiar a un hijo desconocido. Si se confirma esta información, estaríamos ante una herencia compleja, con implicaciones legales, fiscales y familiares.
2Alexander, el “cuarto hijo” que podría heredar elefantes de plata

La gran sorpresa del testamento de Juan Carlos I, según Pilar Eyre, sería la inclusión de Alexander Kyril zu Sayn-Wittgenstein, estudiante de 22 años que es hijo de Corinna Larsen y del príncipe Casimir. El testamento secreto incluiría una colección valiosa de esculturas para este joven. Pilar Eyre incluso recuerda unas palabras de Corinna en las que habla sobre el regalo que hizo al emérito Juan Carlos por su 70 cumpleaños: «le encargué siete grandes esculturas de plata de elefantas… eran valiosas… le gustaron tanto que siguió la colección y llegó a tener 70».
Y lo relevante es que, según Eyre, esos elefantes numerados estarían destinados a Alexander, porque el rey emérito lo «quería como si fuera su hijo», habría dicho la mujer. «Se lo deja en herencia porque lo quería como si fuera su hijo, me lo repetía siempre, que se había ocupado de él más que de sus propios hijos». Esa misma frase implicaría que Alexander podría recibir una parte de valor considerable de la fortuna del exmonarca, tal vez incluso mayor que la destinada a Felipe.
El vínculo entre Juan Carlos I y Alexander va más allá de un simple gesto amable, te contamos en la siguiente página.