Con la llegada del calor, algo cambia dentro de nosotros. No solo abandonamos los abrigos o modificamos la rutina, sino que nuestro cuerpo empieza a pedir una alimentación más variada, más ligera, refrescante y fácil de digerir. Y, aunque el verano parece invitar al desorden, también puede ser una excelente oportunidad para reconectar con el bienestar a través de pequeños gestos cotidianos.
De la mano de especialistas de la nutrición, y con la premisa de mantener una alimentación saludable sin complicaciones, en este artículo exploramos cuáles son esos alimentos que podemos incorporar fácilmente desde cualquier supermercado para disfrutar del verano cuidándonos por dentro y por fuera.
4Helados caseros: el dulce que no renuncia al bienestar
Los helados industriales pueden ser tentadores, pero no siempre son nuestros aliados cuando buscamos cuidar la salud. Por eso, Alessio di Gennaro propone una versión alternativa, saludable y sorprendentemente fácil: los helados caseros de frutas.
La propuesta es simple. Solo necesitas trozos de fruta congelada (como plátano, fresas o mango), un yogur natural o leche vegetal, y una batidora. Tritura todo hasta conseguir una textura cremosa y ya tienes un helado natural, sin azúcares añadidos ni conservantes.
Lo interesante de este tipo de alimentos es que no solo nos refrescan, sino que también aportan nutrientes reales. La fruta es rica en fibra, vitaminas y antioxidantes, mientras que el yogur suma proteínas y calcio. A diferencia de los helados comerciales, esta versión casera nos sacia sin generar esa típica sensación de “bajón” posterior.
