Con la llegada del calor, algo cambia dentro de nosotros. No solo abandonamos los abrigos o modificamos la rutina, sino que nuestro cuerpo empieza a pedir una alimentación más variada, más ligera, refrescante y fácil de digerir. Y, aunque el verano parece invitar al desorden, también puede ser una excelente oportunidad para reconectar con el bienestar a través de pequeños gestos cotidianos.
De la mano de especialistas de la nutrición, y con la premisa de mantener una alimentación saludable sin complicaciones, en este artículo exploramos cuáles son esos alimentos que podemos incorporar fácilmente desde cualquier supermercado para disfrutar del verano cuidándonos por dentro y por fuera.
3Ensaladas de frutas: una mezcla de colores con beneficios

No hay verano sin fruta, y si hay una forma perfecta de consumirla durante estos meses es en forma de ensalada. La clásica macedonia que tantas veces disfrutamos en la infancia vuelve a ocupar un lugar central en la propuesta del nutricionista.
Lo importante, según el especialista, no es solo qué frutas elegir, sino cómo combinarlas. Recomienda buscar una “mezcla cromática”, es decir, incluir frutas de diferentes colores para garantizar una mayor diversidad de nutrientes, antioxidantes y compuestos bioactivos.
Manzanas rojas, uvas negras, sandía, melón, kiwi, mango o arándanos: cada color tiene su propiedad. Por ejemplo, los tonos rojos suelen estar asociados a la salud cardiovascular, mientras que los naranjas y amarillos aportan vitamina C y beta-carotenos. Y todos, sin excepción, nos ayudan a mantenernos hidratados de forma natural.
Además, los azúcares de la fruta —cuando se consumen enteras y no en zumos— se absorben lentamente, lo que permite mantener niveles de energía más estables y evitar picos de glucosa. Una ensalada de frutas en la nevera puede convertirse en el snack ideal para media mañana, una merienda ligera o incluso un desayuno rápido. Y lo mejor: no necesita más preparación que un cuchillo y cinco minutos de tu tiempo.