Especial 20 Aniversario

Saber esto puede salvarte de un golpe de calor ante las temperaturas extremas en España 

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La primera ola de calor del verano ya se encuentra azotando buena parte de España, las temperaturas extremas en el país están generando alertas sanitarias en más de 35 provincias. En este contexto, conocer los síntomas de un golpe de calor y saber cómo reaccionar ante esta situación de forma oportuna puede ser decisivo. 

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Según la AEMET, los valores máximos de temperatura podrían alcanzar los 42 grados en varios puntos del país a partir de la próxima semana. Esta situación no es solo un malestar superficial, es una emergencia médica que puede terminar en complicaciones graves si no se aborda a tiempo. En pleno verano, saber cómo actuar ante un golpe de calor es mucho más que una medida de salud: puede salvar vidas. Conocer los primeros síntomas, actuar con inmediatez y aplicar medidas preventivas sencillas puede marcar la diferencia entre una situación controlada y una emergencia fatal.

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Factores de riesgo, causas más frecuentes y consecuencias 

Factores de riesgo, causas más frecuentes y consecuencias 
Factores De Riesgo, Causas Más Frecuentes Y Consecuencias | Fuente: Pexels

El golpe de calor puede ocurrir por la exposición directa y prolongada al sol o por actividad física intensa en ambientes calurosos, explica la OMS. Pero se debe prestar especial atención a ciertos grupos de personas que resultan más vulnerables: niños pequeños, adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y quienes toman medicamentos como diuréticos o antidepresivos. Entre otras causas se incluyen la deshidratación, el consumo de alcohol, el uso de ropa poco adecuada para el calor y la falta de aclimatación. No obstante, con las temperaturas que se esperan estos días en España, cualquier persona expuesta sin protección está en riesgo.

Un golpe de calor, no tratado oportunamente, puede tener consecuencias muy serias. Desde daño cerebral permanente hasta fallo multiorgánico, las complicaciones médicas aumentan con cada minuto que pasa la persona afectada sin recibir intervención. El diagnóstico, generalmente clínico, puede complementarse con análisis de sangre, orina y pruebas de imagen para verificar daños internos. La atención en la mayoría de los casos puede requerir hospitalización y en algunas personas cuidados intensivos. Por eso, más allá de identificar los síntomas, lo importante es prevenirlos.

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