Cuando llegan los meses más calurosos del año, durante el verano, a menudo nos encontramos con problemas para poder dormir. En algunas noches conciliar el sueño puede llegar a convertirse en un auténtico desafío, pero todo tiene una explicación, y la ciencia se ha encargado de encontrar los motivos.
Este hecho también nos lleva a preguntarnos cuál es la temperatura a la que debe estar la habitación para poder facilitar el descanso y que no tengamos problemas ni a la hora de conciliar el sueño ni posteriormente al dormir durante toda la noche. Gracias a la ciencia conocemos la respuesta.
2LA TEMPERATURA DEL ENTORNO INFLUYE AL DORMIR

No solo es importante la temperatura por comodidad, pues influye de forma directa en el ritmo natural del cuerpo durante la noche. Dormir fresco es una necesidad, pero no solo por capricho, sino por todas las implicaciones que ello tiene para el bienestar y para favorecer distintos procesos.
Cuando nos preparamos para dormir, el cerebro activa un complejo sistema de ajustes fisiológicos que afectan desde el ritmo cardíaco hasta la temperatura corporal. De hecho, uno de los cambios más importantes tiene lugar en el hipotálamo, la región del cerebro que se encarga de regular, entre otras cosas, el calor corporal y el sueño.