Marc Márquez volvió a mostrar su mejor versión en Mugello, pero su triunfo no fue solo deportivo. También encendió un clima tenso dentro y fuera del circuito. El piloto español se quedó con la carrera sprint del Gran Premio de Italia, tras una remontada impecable desde la séptima posición. Sin embargo, lejos de ser un festejo unánime, su victoria desató abucheos en las gradas y una fuerte reacción desde el box de Ducati.
La tensión se apoderó del paddock apenas Márquez cruzó la meta. Si bien dominó con autoridad y reafirmó su candidatura al título, el ambiente en Italia se volvió áspero. Los silbidos desde la tribuna y la bronca de un alto directivo de Ducati marcaron una jornada con emociones encontradas y mensajes cruzados.
6Marc Márquez responde con frialdad y temple ante la polémica

Marc Márquez eligió no entrar en el juego de la confrontación. Al ser consultado sobre los silbidos, respondió con la serenidad que lo caracteriza: reconoció que hubo una mezcla de reacciones, pero prefirió enfocarse en lo deportivo.
Destacó el valor de su remontada y subrayó que lo importante es ofrecer espectáculo sobre la moto. Con un discurso elegante y sin buscar conflicto, volvió a dejar claro que su prioridad está en la pista, no en los micrófonos ni en los gestos hacia la grada.