Obtener el carnet de conducir es mucho más que cumplir un trámite con la Dirección General de Tráfico (DGT): es la validación de aptitudes, conocimientos y responsabilidad para circular con seguridad y respeto en la vía pública. En España, desde los 18 años, acceder a este documento implica superar exámenes adaptados a cada tipo de vehículo, siendo la preparación psico‑física central para conducir con confianza y ante la ley.
La DGT basa la validez del permiso no en la edad, sino en las condiciones físicas y mentales del conductor. Y aunque no existe una edad máxima para conducir, los mayores de 65 o 70 años deben presentar controles adicionales. Con ello, se persigue un objetivo esencial: que la movilidad permanezca segura, con personas capaces de asumirla conscientemente y sin riesgos.
3Y a los 70: ¿cuáles son las exigencias de la DGT?

Al acercarse o superar los 70 años, algunos tratamientos médicos y enfermedades degenerativas pueden complicar la conducción. Por ello, la DGT exige informes médicos detallados sobre afecciones neurológicas, degenerativas o cardiovasculares. Además, se realizan controles de visión, oído, equilibrio y posibles psicopatologías para evaluar si la persona aún reúne las condiciones necesarias para conducir de forma segura.
Estos análisis rigurosos, llevados a cabo en Centros de Reconocimiento autorizados, son fundamentales para determinar la aptitud del conductor mayor. La DGT busca garantizar que las capacidades físicas y mentales se mantienen intactas, minimizando riesgos en la carretera. Es un proceso clave para la seguridad vial, protegiendo tanto al conductor como a terceros.