El fin de semana, el rey Felipe VI protagonizó un gesto que ha llamado la atención dentro y fuera del entorno militar. Durante el Festival Aéreo ‘AIRE 25’ celebrado en la Base Aérea de San Javier, en Murcia, el monarca tenía pautado asistir como espectador, pero en un gesto simbólico con su hija, fue más allá.
Mientras la princesa Leonor se prepara para afrontar uno de los años más desafiantes de su vida, su padre envía una señal clara: el trono no solo se hereda, se entrena. Y si el legado se construye con hechos, este guiño del rey representa un mensaje directo de respaldo, confianza y preparación. Una forma de decirle a su hija, y a todos los españoles, que Leonor está lista para comenzar a volar por sí misma.
2La princesa Leonor se prepara para asumir responsabilidades militares

Mientras Felipe VI volaba en Murcia, la princesa Leonor se embarcaba en una de las etapas más complejas de su formación castrense. Desde el Arsenal de Las Palmas, se incorporó a la fragata Blas de Lezo junto a otros cadetes de la Escuela Naval de Marín. Este despliegue es parte del ejercicio naval que durará alrededor de tres semanas, enfocado en integración operativa y ejercicios reales, como maniobras SINKEX (ejercicios de hundimiento de objetivos reales).
Este entrenamiento representa la última etapa de Leonor por la Armada. Luego se reunirá en Gijón con sus compañeros del buque escuela Juan Sebastián Elcano y, en septiembre, iniciará su formación en la Academia General del Aire y del Espacio, en la misma base aérea desde la que despegó Felipe VI en el festival del fin de semana.
Según explicó el coronel Luis Felipe González Asenjo, director de la AGA, la princesa Leonor recibirá el mismo trato que el resto en la academia: «Va a ser una más», aseguró. Añadió también que harán todo lo posible para que «se sienta cómoda» y «se encuentre a gusto» durante su estancia. Para ese momento, recibirá formación militar, física, de liderazgo y, por supuesto, formación de vuelo con el Pilatus PC-21.