La afición brasileña ha comenzado a encender las alarmas por el estado emocional de Antony, extremo del Manchester United, quien atraviesa días de incertidumbre mientras espera noticias desde Sevilla. El futbolista quiere seguir en el Real Betis Balompié y ha reconocido que está “ansioso” por lo que pueda pasar, algo que ha generado inquietud en el entorno de la selección brasileña a pocos días de las decisivas eliminatorias de la Copa del Mundo.
Antony, de carácter impulsivo y muy emocional, no esconde que vive pendiente del teléfono. Su fichaje por el Betis, aunque todavía no cerrado, está sobre la mesa y ha provocado un efecto inesperado en su concentración con Brasil. La posibilidad de cambiar de aires, salir del Manchester United y recalar en un proyecto más estable y con más protagonismo ha trastocado sus rutinas y provocado una situación de tensión que no ha pasado desapercibida para el cuerpo técnico de Carlo Ancelotti.
La espera que desespera
El gran obstáculo que está provocando esta ansiedad en Antony es la falta de definición en las negociaciones entre el Betis y el Manchester United. El conjunto verdiblanco ha puesto sobre la mesa una propuesta que podría satisfacer las pretensiones de los ingleses. Sin embargo, el club de Old Trafford se resiste a desprenderse del jugador por una cantidad inferior que no ayude a amortizar la que pagó en su momento.
En medio de este limbo, Antony se ha visto atrapado en una especie de jaula emocional. El brasileño quiere volver a sentirse importante, y Pellegrini le ha transmitido que en el Benito Villamarín puede serlo. El problema es que mientras espera que se resuelva su futuro, su concentración con la canarinha se resiente. La ansiedad del jugador preocupa tanto a su entorno como al seleccionador, que podría valorar otras opciones si el estado del extremo no mejora en los próximos días.
El fichaje de Antony puede marcar el verano
Para el Betis, la llegada definitiva de Antony supondría un golpe mediático y deportivo de primer nivel. Aunque el club debe cuadrar cuentas y realizar alguna venta importante, la dirección deportiva trabaja con cautela para hacer posible esta operación. Una nueva cesión con condiciones específicas podría ser la fórmula ideal para lograrlo, especialmente si el Manchester United se ve obligado a liberar masa salarial.
Mientras tanto, en Brasil la tensión sigue creciendo. La situación de Antony no solo afecta al jugador, sino también a la planificación de la selección. Si el fichaje no se resuelve pronto, el extremo podría vivir un verano más marcado por la ansiedad que por el fútbol. El Betis, sin quererlo, ha encendido una mecha que amenaza con explotar en plena concentración de la canarinha.
