En un giro silencioso pero significativo, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha endurecido su estrategia para garantizar la seguridad vial en España. Aunque no hay una edad máxima para conducir, los mayores de 65 años ahora deben renovar su permiso con mayor frecuencia, cada cinco años en lugar de cada diez.
Sin embargo, la edad ya no es el único foco: los medicamentos y las enfermedades crónicas están bajo un nuevo y riguroso escrutinio. Más allá de los años vividos, la DGT ha puesto el acento en la salud y en el tipo de tratamientos que siguen los conductores. ¿Puede una simple pastilla impedirte volver a coger el volante? La respuesta, en muchos casos, simplemente es sí.
3Enfermedades que impiden renovar el permiso de conducir

Más allá de los fármacos, hay condiciones médicas específicas que pueden cerrar definitivamente la puerta a la conducción. La DGT establece un listado de enfermedades incompatibles con el volante, especialmente si no están controladas con el debido tratamiento. En todos los casos, la renovación dependerá de informes médicos actualizados y rigurosos.
- Enfermedades neurológicas: Diagnósticos como epilepsia, esclerosis múltiple o enfermedades degenerativas pueden provocar episodios de pérdida de conciencia o alteraciones motoras. La DGT exige un historial clínico detallado y estable durante un periodo determinado antes de autorizar la renovación.
- Trastornos psiquiátricos: Patologías como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o la demencia suponen un riesgo potencial si afectan la percepción de la realidad o la toma de decisiones. Aquí, los informes médicos deben demostrar claramente que la enfermedad está controlada y que no hay episodios recientes de descompensación.
- Enfermedades cardiovasculares: Una arritmia no detectada o un infarto reciente son señales de alerta. El riesgo de desvanecimiento al volante, en estos casos, es inaceptable para la DGT.
- Enfermedades respiratorias: La apnea del sueño no tratada, que puede provocar microdespertares durante la noche y somnolencia diurna, es una de las causas más frecuentes de accidentes silenciosos. Si no se demuestra la eficacia del tratamiento con dispositivos CPAP, la renovación puede ser bloqueada.
- Enfermedades endocrinas: La diabetes mal controlada, especialmente si el paciente presenta episodios de hipoglucemia, también está en el radar de la DGT.
No se trata de excluir a nadie del derecho a conducir, sino de aplicar el principio de precaución. Cuando una enfermedad compromete los reflejos, la visión, el juicio o la estabilidad emocional, los riesgos se multiplican exponencialmente. Y es ahí donde la DGT actúa con firmeza.