Madrid revoluciona su red de transporte público con la implantación del sistema ABT (Account Based Ticketing), una tecnología que elimina la necesidad de recargar abonos o comprar billetes físicos (para alivio de muchos ambientalistas). A partir del segundo semestre de 2025, los usuarios podrán acceder al metro, autobuses y Cercanías simplemente usando su “tarjeta bancaria contactless, el móvil o un código QR”, al igual que ya sucede en Londres o Singapur, lo que posiciona a Madrid a la cabeza en materia de transporte en España.
Esta transformación, impulsada por el Consorcio Regional de Transportes, busca simplificar los desplazamientos y garantizar que cada viajero pague la tarifa más económica según su uso diario o semanal, lo que representa una ayuda para muchos usuarios que utilizan este medio diariamente. Con un presupuesto de 25 millones de euros, Madrid comenzará las pruebas del nuevo sistema en estaciones piloto, antes de extenderlo por toda la red en los próximos años.
El “sistema inteligente”, que crea una cuenta digital vinculada a cada usuario, calculará automáticamente los trayectos realizados y aplicará descuentos por acumulación de viajes o topes máximos. Este avance no solo agiliza el acceso al transporte, sino que también permite a turistas y residentes olvidarse para siempre de las recargas y largas colas en las máquinas. Madrid le dice adiós a la recarga del abono transporte: “así funcionará el nuevo sistema inspirado en Londres”.
Llega el pago por móvil y tarjeta bancaria: así funcionará el nuevo sistema sin billetes físicos en Madrid

Madrid ha dado un paso firme hacia la “digitalización total del transporte público”. A partir de ahora, los usuarios del Metro y la EMT podrán acceder al servicio utilizando simplemente su tarjeta bancaria o el teléfono móvil, sin necesidad de adquirir un billete físico o portar un abono tradicional. Este nuevo sistema de pago contactless busca agilizar los accesos (que ya representaba la parte álgida del recorrido), reducir los tiempos de espera y adaptarse a los hábitos tecnológicos de los ciudadanos.
Para facilitar la transición, el Consorcio Regional de Transportes ha desplegado un “sistema compatible con tarjetas Visa, Mastercard y dispositivos móviles con tecnología NFC”. Además, los usuarios podrán verificar su historial de viajes y controlar su gasto en tiempo real mediante aplicaciones oficiales. Con esta medida, Madrid se suma a otras grandes ciudades europeas que ya han dejado atrás el papel en favor de soluciones digitales más sostenibles y eficientes.
Adiós a los tornos tradicionales: qué cambios notarán los usuarios en el día a día

Los clásicos tornos con ranura para billetes o lectores de abono mensual pronto serán historia. En su lugar, el nuevo sistema incorpora “validadores digitales” que reconocen al instante tarjetas bancarias y dispositivos móviles. Esta transformación no solo representa una mejora tecnológica, sino también una “experiencia de viaje más fluida” y cómoda para los usuarios diarios del transporte madrileño.
Uno de los cambios más visibles será la “eliminación progresiva de las máquinas expendedoras de billetes”, un proceso que evidentemente se realizará de forma gradual debido al impacto que podría generar en los usuarios, sobre todo con aquellos que no están familiarizados con esta tecnología. En su lugar, se reforzará la presencia de “puntos de información digital y de asistencia al usuario”, especialmente durante los primeros meses de implantación, justamente para agilizar el proceso de transición. El objetivo es acompañar a los viajeros en este cambio y garantizar que nadie quede atrás en la adaptación al nuevo modelo.
Ventajas y posibles inconvenientes del nuevo modelo de transporte digital en la capital

Entre las principales ventajas del nuevo sistema destaca la inmediatez del pago, la reducción del uso de papel (punto que los ambientalistas reciben con beneplácito) y la menor necesidad de infraestructuras físicas para la emisión de billetes. Además, el modelo favorece una mayor transparencia en la gestión del transporte (el uso del dinero en físico favorece la aparición de fenómenos como el de la “corrupción” o los robos) y permite a las autoridades recopilar datos más precisos sobre los patrones de movilidad. Esta información resultará clave para optimizar frecuencias y mejorar el servicio.
No obstante, la eliminación total de los billetes físicos también plantea ciertos retos. Parte de la población, como personas mayores o usuarios no familiarizados con las tecnologías (afortunadamente hoy día este grupo no es tan grande), podrían enfrentar dificultades durante el proceso de adaptación. Asimismo, algunos colectivos alertan sobre los riesgos en términos de privacidad y la dependencia total de medios electrónicos (sobre todo si tomamos como referencia el último “apagón” ocurrido en España) para algo tan cotidiano como moverse por la ciudad.
Con esta transformación, Madrid da un salto hacia un modelo de transporte más conectado, eficiente y alineado con los nuevos hábitos digitales. Sin embargo, el éxito del sistema dependerá en gran parte de su capacidad para ser inclusivo y adaptarse a las necesidades de todos los usuarios. Mientras algunos celebran la comodidad del pago sin contacto, otros aún miran con cautela una transición que, aunque inevitable, debe gestionarse con responsabilidad y sensibilidad social.