La historia entre García Pimienta y el Sevilla FC ha terminado de la peor manera posible, en los juzgados. El técnico catalán ha decidido emprender acciones legales contra el club hispalense tras su destitución, al considerar que fue despedido de forma unilateral y sin ningún tipo de acuerdo previo. Tanto él como su cuerpo técnico reclaman el pago íntegro de lo que resta de esta temporada, incluyendo el mes de abril, así como la totalidad de la próxima campaña.
Desde el entorno de García Pimienta se insiste en que la rescisión de contrato no se produjo bajo términos consensuados, como sostiene el Sevilla FC. Muy al contrario, el entrenador fue informado de su salida sin opción a una negociación que permitiera alcanzar una resolución amistosa. Este escenario ha llevado al técnico a defender sus derechos por la vía judicial, convencido de que el club no ha actuado conforme a la legalidad.

El entorno de García Pimienta desmiente la versión del Sevilla
Mientras desde el Ramón Sánchez-Pizjuán se ha transmitido que la separación entre el club y el entrenador se llevó a cabo dentro de los cauces habituales, el equipo legal de García Pimienta sostiene una versión completamente opuesta. Fuentes cercanas al técnico señalan que la entidad no solo incumplió con los términos del contrato, sino que además ignoró las propuestas de diálogo que se plantearon desde el lado del míster.
El conflicto se agrava teniendo en cuenta que García Pimienta tenía firmado un contrato por una temporada más, y que los términos económicos de su despido no fueron acordados previamente. Así, no solo reclama el sueldo pendiente del mes de abril y los meses restantes de la actual temporada, sino también el salario correspondiente a la totalidad del próximo curso, al entender que no hubo causa justificada para su despido.
Una salida inesperada que mancha su paso por Nervión
La relación entre García Pimienta y el Sevilla FC parecía haberse consolidado con una visión compartida de fútbol y proyecto deportivo. Sin embargo, la situación dio un giro inesperado que ha terminado en una disputa judicial que, con toda probabilidad, se prolongará durante los próximos meses. El entrenador, que goza de buena reputación por su trabajo formativo y táctico, siente que su salida ha sido injusta y que no se respetaron los términos que él mismo firmó.
Mientras tanto, el Sevilla FC se enfrenta a un nuevo frente institucional en medio de una temporada marcada por las turbulencias deportivas y económicas. La figura de García Pimienta se convierte ahora en símbolo de un conflicto que podría dejar huella tanto en lo legal como en la imagen del club ante el resto del fútbol español.