Especial 20 Aniversario

Así de fácil pueden espiarte por la webcam: protégete con este simple gesto

-

La ciberdelincuencia avanza a pasos agigantados en nuestra sociedad hiperconectada, dejando a millones de usuarios vulnerables ante amenazas que pocos logran detectar a tiempo. El espionaje a través de la webcam se ha convertido en uno de los métodos más inquietantes de violación a la privacidad, permitiendo a hackers acceder a imágenes de nuestra vida cotidiana sin que seamos conscientes de ello. La facilidad con la que estos ciberdelincuentes pueden infiltrarse en nuestros dispositivos resulta alarmante, especialmente cuando consideramos que la mayoría de españoles utiliza sus ordenadores y smartphones durante varias horas al día sin tomar precauciones básicas.

Publicidad

Esta vulnerabilidad digital no discrimina entre usuarios ocasionales o expertos, dejando expuesta nuestra intimidad ante miradas no deseadas que aprovechan cualquier brecha de seguridad para obtener acceso no autorizado. Lo más preocupante es que, según datos recientes, más del 70% de los propietarios de dispositivos con webcam integrada nunca ha tomado medidas para protegerse de este tipo de intrusiones. Y es que, aunque parezca propio de películas de espionaje, la realidad supera en muchas ocasiones a la ficción: basta con un programa malicioso bien diseñado para que cualquier persona pueda activar remotamente nuestra webcam sin nuestro conocimiento o consentimiento.

2
SEÑALES DE ALERTA QUE INDICAN QUE ESTÁS SIENDO ESPIADO

Fuente: Freepik

Detectar si nuestra webcam ha sido comprometida no siempre resulta sencillo, pero existen ciertos indicios que deberían ponernos en alerta. El rendimiento inusualmente lento del dispositivo puede ser una señal de que hay procesos ejecutándose en segundo plano, consumiendo recursos del sistema mientras capturan y transmiten imágenes sin nuestro consentimiento a servidores externos. Este deterioro en la velocidad suele manifestarse especialmente durante actividades que requieren menos potencia, momentos en los que el malware aprovecha para operar sin levantar sospechas entre usuarios menos experimentados.

Otro indicio revelador aparece en forma de archivos desconocidos almacenados en ubicaciones poco frecuentadas del sistema o en el historial de conexiones de red. Un análisis detallado de estos registros podría mostrar transferencias de datos en momentos en que no estábamos utilizando activamente internet, evidenciando transmisiones sospechosas que corresponden con la actividad del software espía instalado en nuestro equipo sin nuestra autorización. También conviene prestar atención a comportamientos extraños de la webcam, como activaciones espontáneas del indicador luminoso o ruidos mecánicos en el dispositivo cuando se supone que debería estar inactivo, aunque los ataques más sofisticados ya son capaces de evitar estas pistas evidentes.

Publicidad