El panorama automovilístico español continúa evolucionando a pasos agigantados con normativas que intentan adaptarse a los nuevos tiempos. La DGT mantiene su constante actualización de medidas para garantizar tanto la seguridad vial como la reducción de emisiones contaminantes, aunque no todas las infracciones se sancionan de inmediato. Algunas prácticas que hasta ahora habían pasado desapercibidas o se encontraban en periodo de adaptación empiezan a entrar en el radar de las autoridades, preparándose para convertirse en motivo de multa en un futuro cercano.
Los conductores españoles afrontan una realidad cada vez más compleja donde ciertos comportamientos, usos o carencias en los vehículos permanecen temporalmente en una especie de limbo sancionador. Este breve periodo de gracia que concede la administración no debe confundirse con permisividad permanente, pues muchas de estas situaciones ya están en el punto de mira de los agentes. La transición desde la advertencia hacia la sanción económica está marcada en el calendario de la DGT con fechas muy próximas, dejando a muchos usuarios ante la inminente necesidad de adaptar sus hábitos al volante.
1CONDUCIR SIN ETIQUETA AMBIENTAL: EL FIN DE LA TOLERANCIA

La clasificación de vehículos mediante las etiquetas ambientales ha supuesto uno de los cambios más visibles en nuestro parque automovilístico durante los últimos años. Aunque circular sin el distintivo correspondiente visible en el parabrisas no constituye actualmente una infracción generalizada en todo el territorio, cada vez más municipios están implementando ordenanzas que convierten esta omisión en motivo de sanción. La DGT recuerda que estas etiquetas no son meros adhesivos decorativos, sino herramientas fundamentales para identificar el nivel de emisiones del vehículo en cuestión.
Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) proliferan en ciudades españolas siguiendo directrices europeas, convirtiendo la ausencia de etiqueta ambiental en una infracción cada vez más perseguida. Los conductores que todavía disfrutan de cierta permisividad en determinadas localidades deben tener presente que la DGT ya ha confirmado su intención de unificar criterios a nivel nacional para sancionar esta práctica en un futuro inmediato. Las multas por esta infracción pueden alcanzar los 200 euros, un importe nada desdeñable que pronto se aplicará de forma sistemática, acabando con la disparidad de criterios actual entre diferentes municipios españoles.