Cuando pensamos en distracciones al volante, enseguida vienen a la cabeza el móvil, la radio o incluso una conversación animada con algún acompañante. Pero en medio de todo eso, hay un elemento aparentemente inofensivo que sigue generando dudas: ¿está permitido conducir con auriculares? La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene una postura clara, aunque no todos los conductores la conocen.
Conducir con música o una llamada en los oídos puede parecer un gesto menor, pero puede tener consecuencias importantes tanto legales como en la seguridad vial, según informó la DGT. En este artículo te contaremos qué dice exactamente la normativa, qué riesgos implica y por qué deberías pensarlo dos veces antes de colocarte los auriculares para un trayecto, aunque sea corto.
3El riesgo real: el aislamiento auditivo

Podría parecer exagerado prohibir algo tan simple como unos auriculares, sobre todo si no se está hablando por teléfono o si solo se está escuchando música a volumen bajo. Pero la DGT se basa en hechos contrastados: los auriculares disminuyen la capacidad de reacción del conductor.
Al llevarlos puestos, incluso en un solo oído, se pierde capacidad auditiva en relación con el entorno. Esto puede impedir o retrasar la percepción de señales sonoras fundamentales: una sirena de ambulancia, un claxon de advertencia, o incluso los ruidos del propio vehículo que pueden alertar de un fallo mecánico. La DGT insiste en que la conducción segura depende tanto de la vista como del oído, y cualquier elemento que altere alguno de esos sentidos compromete la seguridad.
Numerosas imágenes captadas por las cámaras de la DGT muestran maniobras erráticas de vehículos cuyos conductores iban aislados auditivamente. Algunos vídeos evidencian cómo estos automovilistas no reaccionan ante peatones cruzando, semáforos en rojo o incluso agentes de tráfico intentando detenerlos. Todo esto demuestra que el uso de auriculares puede convertir al conductor en un riesgo ambulante.