Especial 20 Aniversario

¿Peligran los avisos de radares? La DGT aprieta a Waze y Google Maps

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No sabes a quién avisas. Con estas palabras, la Dirección General de Tráfico (DGT) lanzó una advertencia clara y directa a los millones de usuarios que, desde sus móviles, alertan sobre controles de tráfico. Detrás de esa frase hay una batalla abierta desde hace más de un lustro, una guerra discreta, pero persistente, que la Dirección libra contra aplicaciones como Waze, Google Maps o SocialDrive.

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La escena es conocida: abres tu app de navegación y, además de rutas y tiempos estimados, te salta una alerta. “Control en 500 metros”, “radar móvil en esta zona”, “presencia policial”. A simple vista, podría parecer una ayuda inocente, pero desde el punto de vista de la DGT, es un quebradero de cabeza.

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El vacío legal que frena las sanciones

El vacío legal que frena las sanciones
Fuente: Agencias

La DGT ha buscado desde hace años el modo de frenar esta práctica, pero se ha topado una y otra vez con los límites legales. En teoría, el Código de Circulación no prohíbe expresamente avisar de un control. De hecho, la única referencia similar está en el artículo 100 del Reglamento General de Circulación, que sanciona el uso de luces de largo alcance con fines distintos a los reglamentarios, como por ejemplo hacer señales para avisar de un radar. Pero en la práctica, esa forma analógica de alerta está en desuso.

Ante la falta de un marco legal concreto, la DGT ha recurrido a la Ley de Seguridad Ciudadana, especialmente al artículo 36.23. Este prohíbe el uso no autorizado de imágenes o datos de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que puedan poner en peligro su seguridad. Y es bajo este paraguas que, en ocasiones, se intenta sancionar la publicación masiva de ubicaciones de controles.

Pero incluso en estos casos, la ambigüedad legal sigue jugando a favor de los infractores. El año pasado, una persona fue denunciada por alertar a más de 15.000 conductores a través de un grupo de WhatsApp sobre controles de la Guardia Civil. Sin embargo, la falta de una norma específica impide, en la mayoría de los casos, aplicar sanciones contundentes.

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