Cuando se trata de seguridad al volante, no hay margen para el error. Por eso, la Dirección General de Tráfico (DGT) insiste año tras año en un mensaje claro y directo: si bebes, no conduzcas. Más allá de las campañas institucionales y los eslóganes bienintencionados, hay una realidad que conviene conocer en detalle: ¿cuántas cervezas bastan para dar positivo en un control de alcoholemia?
En este artículo abordaremos lo que la DGT ha confirmado recientemente: las cantidades concretas, los factores que influyen y las consecuencias reales de sobrepasar los límites legales. Porque lo que está en juego no es solo el importe de una multa, sino tu vida y la de los demás.
5¿Y si me paro a comer? Mitos y verdades sobre “bajar” la tasa
Otro de los mitos más extendidos es que comer reduce la tasa de alcohol en sangre. Si bien es cierto que ingerir alimentos puede ralentizar la absorción del alcohol, no elimina sus efectos ni evita un posible positivo si se ha bebido en exceso. Lo mismo ocurre con los famosos trucos caseros: café cargado, duchas frías, dormir una siesta o mascar granos de café no harán desaparecer el alcohol de tu organismo.
La única fórmula segura es esperar. El cuerpo humano elimina entre 0,1 y 0,2 gramos de alcohol por litro de sangre cada hora, lo que significa que si has consumido dos jarras de cerveza, puedes tardar varias horas en volver a estar en condiciones legales para conducir. Para saberlo con exactitud, cada persona debería contar con un etilómetro homologado, como los que utiliza la DGT. Pero la mayoría no lo tiene a mano. Y por eso, el consejo siempre será el mismo: si vas a beber, no conduzcas.