El Sevilla FC vive sus horas más oscuras. La derrota por 3-2 frente al Celta de Vigo no solo agrava su situación en la tabla, sino que ha encendido la mecha de una afición al borde del colapso. Con apenas tres jornadas por disputar, la permanencia en Primera pende de un hilo. El equipo, incapaz de imponerse ante un rival que jugó con uno menos durante todo el segundo tiempo, desperdició una oportunidad clave para sellar la salvación.
La tensión ha superado el ámbito deportivo. El nerviosismo y la desesperación se han apoderado de un club que parece haber perdido el control total de la situación. El margen de error se ha esfumado y el abismo de la Segunda División amenaza con tragarse a una institución histórica.
5Una noche de encierro en Montequinto

La noche del sábado fue insólita y preocupante para el Sevilla FC. Por motivos de seguridad, el cuerpo técnico y la plantilla decidieron permanecer dentro de las instalaciones del club. La ciudad deportiva de Montequinto se transformó en un refugio improvisado, mientras afuera continuaba la presión de cientos de aficionados.
El temor a una escalada de violencia fue real. Nadie quiso arriesgarse a un nuevo altercado, y por eso el encierro se mantuvo durante toda la madrugada. Esta medida extrema evidencia hasta qué punto se ha deteriorado la relación entre equipo y afición.