Para todos los que pensaron que Melody llegaría a Eurovisión 2025 con una propuesta predecible, su segundo ensayo en Basilea rompió con esos esquemas. La artista sevillana, en un giro de 180°, transformó su actuación de «Esa diva» en un espectáculo arriesgado.
Desde un micrófono que se tira al aire hasta un vestuario que evoca a las divas clásicas, cada detalle eleva el nivel de su apuesta por conquistar al público europeo. ¿Estamos frente a la candidatura más audaz de España en años?
Melody en un escenario que narra una evolución
El segundo ensayo de Melody en Eurovisión dejó claro que su presentación no es solo interpretar una canción, la artista contará una historia a través de imágenes. El diseño del escenario, a cargo de Mario Ruiz —con más de 15 años de experiencia trabajando con artistas como Aitana o Chanel—, inicia con un telón rojo enorme que se abre para mostrar unas escaleras centrales. Sobre ellas, Melody realizará la misma pirueta que ya ejecutó en el Benidorm Fest, sin embargo, aquí el movimiento se combina con una narrativa visual que va de lo clásico a lo moderno.
Melody aparece con un espectacular traje negro de alta costura, que fue inspirado en las divas del cine de los 50, para luego transicionar hacia detalles contemporáneos. Según avanzan las imágenes que fueron difundidas por la EBU, el escenario se va transformando a través de luces dinámicas y proyecciones que proyectan la dualidad de la canción.
El micrófono al aire: ¿símbolo o riesgo calculado?
De los momentos más comentados del segundo ensayo, está cuando Melody avienta el micrófono. Aunque aún no está confirmado el significado exacto de este acto, aparentemente es un gesto coreografiado dentro de la coreografía. Los eurofans desde ya especulan: «¡Eres una diva valiente y poderosa!», escribió un seguidor en X.
No obstante, siempre hay críticas. Algunos señalan que la sobreactuación podría afectar la naturalidad: «Demasiado gritona… en Eurovisión, se tiende a confundir los gritos con cantar bien». Melody, por su parte, consciente de estas opiniones, ha equilibrado su potencia vocal con estos cuestionamientos, como hacer una introducción más suave que mencionó en entrevistas: «La intro es más personal, más íntima para cada uno».
Un show desde lo clásico a lo contemporáneo
La progresión de «Esa diva» se debe a que el equipo artístico ha trabajado para que cada elemento acompañe la evolución del tema. La canción, producida por Rick Parkhouse y George Tizzard (Red Triangle), mezcla sonidos electrónicos con coros potentes, y la puesta en escena mantiene esta secuencia: comienza con un piano y cuerdas, para luego trascender en una coreografía frenética con un cuerpo de baile renovado.
Las fotografías publicadas por la EBU muestran detalles como la iluminación diseñada por Marc Gilbert, hasta el uso de sombras proyectadas para mejorar el dramatismo de la puesta en escena. Además, la coreógrafa Mónica Peña incorpora movimientos y técnicas clásicas con estilos urbanos.
Los fans entre la emoción y la polémica

Melody siempre divide a la audiencia, y esta vez no dejó de ser la excepción. Después del ensayo, las redes se polarizaron entre quienes la apoyan y los que dudan de la efectividad del concepto. Por un lado, destacan su profesionalidad: «Lo que no se puede negar es que llevamos a una gran profesional de los escenarios, te guste más o menos Melody, se va a dejar la piel». Por otro, apuntan a los posibles fallos: «No encaja la imagen de diva con la canción ni con su actitud, parece que le estuviera echando la bronca al público».
Sin embargo, también los más escépticos reconocen el impacto visual de su apuesta. La combinación del vestuario de Raúl Amor, la dirección artística de Mario Ruiz y la coreografía de Vicky Gómez crea un conjunto cohesionado que no pasará desapercibido. «Es la candidatura mejor construida de España en años», admitió otro usuario en X.