Las redes de Meta, se han convertido en el nuevo paraíso de las estafas digitales en España. Las redes sociales han transformado la forma en que nos comunicamos, compramos e informamos. Sin embargo, esta revolución también ha abierto la puerta a prácticas delictivas cada vez más sofisticadas y con la aparición de la IA, más sofisticadas son. Los expertos en ciberseguridad en España advierten sobre el auge de las estafas que circulan a través de plataformas como Facebook, Instagram y WhatsApp, todas ellas gestionadas por Meta.
En España, los anuncios patrocinados de Facebook e Instagram se han convertido en uno de los principales canales para captar víctimas. Los nombres de organismos públicos, como el SEPE, la Seguridad Social o Hacienda, son utilizados para ofrecer supuestos reembolsos, ayudas económicas o bonificaciones fiscales. Se trata de una práctica bastante común, la “suplantación de identidad institucional”, con una apariencia real, lleva a muchos usuarios a facilitar sus datos personales o incluso realizar pagos por adelantado.
Según datos de la Guardia Civil, se han detectado más de 200 casos en los últimos seis meses relacionados con anuncios falsos en redes sociales. Las víctimas, en su mayoría personas mayores o en situación de vulnerabilidad económica, son seleccionadas mediante técnicas de segmentación demográfica que permiten a los delincuentes apuntar con precisión. Esto ha hecho que asociaciones de consumidores, como FACUA o la OCU, exijan mayores controles sobre la verificación de anunciantes en estas plataformas.
La inteligencia artificial al servicio del fraude
En varios casos denunciados ante la Policía Nacional, los estafadores han utilizado inteligencia artificial para generar vídeos manipulados (“deepfakes”) con imágenes falsas de políticos españoles, como el presidente del Gobierno o ministros del área económica, supuestamente anunciando nuevos programas de ayudas o devoluciones fiscales. Estas imágenes se utilizan para dar mayor credibilidad a los anuncios fraudulentos.
El uso de la inteligencia artificial permite crear contenidos audiovisuales que parecen completamente reales, dificultando que los usuarios identifiquen que se trata de un engaño. Expertos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) advierten que esta tecnología está al alcance de cualquier persona con “conocimientos básicos” (he ahí el gran peligro que representa esta tecnología en manos equivocadas) y que se está convirtiendo en una herramienta habitual en las estafas digitales que circulan en España.
WhatsApp, el canal favorito para el phishing
Una de las formas más comunes de fraude en nuestro país es el “phishing” a través de WhatsApp. Los usuarios reciben mensajes de supuestos empleados de Meta alertando sobre violaciones de normas en sus cuentas de Facebook o Instagram. El mensaje que se envía a los usuarios, incluye un enlace a una web falsa que simula ser la oficial y solicita los datos de acceso de la víctima. Una vez que los delincuentes obtienen esa información, tienen luz verde para hacer y deshacer, acceden a las cuentas y las utilizan para nuevas estafas o para pedir dinero a contactos.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad ha alertado sobre un aumento del 45% en los casos de phishing por WhatsApp durante el primer trimestre de 2025. Estos mensajes se envían desde números con prefijos internacionales (lo que hace mucho más fácil la identificación de la estafa) y, en muchos casos, incluyen amenazas como el bloqueo permanente de la cuenta si no se verifica en 24 horas. Esta presión psicológica hace que muchas personas caigan en la trampa.
Las víctimas más frecuentes: usuarios en situación vulnerable
En España, los colectivos más afectados por estas estafas son las personas mayores, jóvenes sin experiencia laboral y familias con bajos ingresos, siendo el sector más vulnerable el de las personas mayores. La situación económica del país, y los continuos avisos de “nuevas subvenciones” por parte del Gobierno, han aumentado el interés por anuncios que prometen soluciones rápidas, como ayudas económicas o inversiones con retorno asegurado (casi siempre, desempleados y familias de bajos recursos). Los estafadores aprovechan esta necesidad para captar la atención de los más desesperados.
Organizaciones como Cáritas y Cruz Roja han reportado casos de personas que han perdido parte de sus ahorros tras caer en anuncios de supuestos programas de inserción laboral o reembolsos de Hacienda. La falta de educación digital (un mal que, aunque cueste creer, todavía existe) en gran parte de la población contribuye a la eficacia de estas estafas, y muchas víctimas sienten vergüenza o miedo de denunciar, lo que impide que se dimensione el problema.
Falta de control y transparencia por parte de Meta
A pesar de que Meta asegura tener mecanismos para detectar y eliminar contenido engañoso, en España (y seguramente en muchos otros países) estos sistemas se han demostrado insuficientes, al punto de los anuncios fraudulentos pueden permanecer activos durante semanas, incluso después de que usuarios los denuncien. Además, los criterios de verificación de anunciantes no son transparentes, lo que permite que los estafadores utilicen identidades falsas o empresas fantasmas.
La Agencia Española de Protección de Datos ha abierto investigaciones sobre cómo Meta gestiona los datos de los usuarios en relación con estos anuncios. También se ha solicitado desde el Parlamento Europeo que se refuercen las regulaciones sobre plataformas digitales para evitar que se conviertan en herramientas para la delincuencia organizada. Sin medidas eficaces, el entorno digital seguirá siendo un espacio de alto riesgo para los ciudadanos.
Cómo protegerse: consejos y recursos útiles
Para evitar ser víctima de estas estafas, es fundamental mantener una actitud crítica frente a mensajes y anuncios que ofrecen beneficios económicos inusuales, por más grande que sea la necesidad, es importante verificar la fuente de la información antes de suministrar datos personales. Nunca se deben facilitar datos personales o bancarios a través de enlaces recibidos por WhatsApp o redes sociales, y siempre se debe comprobar la autenticidad del sitio web al que redirigen.
El INCIBE y la Oficina de Seguridad del Internauta ofrecen guías gratuitas para identificar estafas en línea y cuentan con líneas de atención para resolver dudas. Además, es recomendable activar la verificación en dos pasos en todas las cuentas de redes sociales y denunciar cualquier contenido sospechoso directamente a la plataforma. Recuerda que “la prevención es clave para reducir el impacto de estas redes fraudulentas”.
