Especial 20 Aniversario

Antes inaccesible, hoy un reto: el desfiladero más peligroso de España te pone a prueba.

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El vértigo y la adrenalina se entrelazan en cada paso sobre el abismo que representa el icónico desfiladero de los Gaitanes en Málaga. Lo que antaño fue una senda prohibida por su deterioro extremo, hoy se ha convertido en uno de los destinos turísticos más codiciados de la geografía española, desafiando a miles de visitantes que buscan poner a prueba sus límites. La rehabilitación del Caminito del Rey ha transformado este imponente desfiladero natural en una experiencia única que combina naturaleza salvaje, historia industrial y arquitectura moderna.

El paso del tiempo no ha conseguido mermar la majestuosidad de este enclave natural que corta la Sierra Malagueña como un cuchillo afilado de más de 700 metros de profundidad. Tras años de abandono y peligrosidad extrema que le valieron el apodo del «camino más peligroso del mundo», hoy las pasarelas renovadas permiten recorrer con seguridad este espectacular desfiladero, ofreciendo panorámicas que cortan la respiración y que atraen tanto a amantes del senderismo como a fotógrafos y curiosos de toda Europa.

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ENTRE EL CIELO Y EL ABISMO: LA EXPERIENCIA DE RECORRER EL DESFILADERO

Fuente: Pexels

Adentrarse en el Caminito del Rey supone una experiencia sensorial completa que va mucho más allá del simple senderismo. Cada tramo ofrece una perspectiva diferente del desfiladero, alternando zonas cubiertas donde la roca parece querer engullir al caminante, con pasarelas abiertas donde la sensación de vacío resulta casi hipnótica. El sonido del viento entre las paredes del desfiladero mezclado con el murmullo lejano del agua, crea una banda sonora natural que acompaña al visitante durante todo el recorrido de casi ocho kilómetros.

La fauna y flora del desfiladero constituyen otro de los grandes atractivos para quienes recorren el Caminito. Las colonias de buitres leonados planean majestuosos aprovechando las corrientes térmicas que se forman en el desfiladero, ofreciendo un espectáculo aéreo a la altura de los caminantes. Los amantes de la ornitología encuentran en este espacio natural un auténtico paraíso donde avistar aves rapaces que anidan en las grietas inaccesibles del desfiladero, convirtiendo la experiencia en un safari fotográfico vertical único en Europa.