Ernesto Valverde no se anduvo con rodeos. En la previa de una semana que puede marcar un antes y un después en la temporada del Athletic Club, el entrenador lanzó una frase que resuena con fuerza en el entorno rojiblanco. “Es el momento en el que hay que tomar decisiones”. Su contrato expira al final del curso, y si bien no confirmó si continuará o no, dejó en claro que ya no puede seguir postergando la reflexión sobre su futuro. “Cuando vas con el día a día, te va comiendo todo, pero ahora ya toca pensar”.
El “Txingurri”, poco dado a declaraciones rimbombantes, eligió este momento para marcar un quiebre. La campaña ha sido intensa en lo físico y en lo emocional, y eso se nota en su tono. Su análisis parte desde lo íntimo, desde lo personal. Valorará su estado físico y anímico antes de tomar una decisión. Una manera sobria y elegante de hablar del desgaste que arrastra.
8La presión, un combustible necesario

En lugar de huirle, Valverde abraza la presión. “Es el último esfuerzo y tenemos que empujar más”. Lo dice con convicción, sabiendo que la exigencia actual es una señal de crecimiento. El Athletic sueña con la Champions, y ese deseo colectivo empuja a todos.
El entrenador fue claro. “Sabemos que los tres puntos significan mucho para nosotros y también para ellos”. Porque no solo se juega en el césped. El factor emocional, en partidos de este calibre, puede marcar la diferencia.