Kike García hace temblar al Alavés con una oportunidad que puede cambiarlo todo
Kike García no solo está firmando una de las temporadas más brillantes de su carrera, también se ha convertido en ese futbolista que puede marcar un antes y un después en el futuro inmediato del Deportivo Alavés. A sus 35 años, el delantero nacido en Motilla del Palancar está viviendo un segundo aire en la élite, y lo está haciendo como máximo goleador y figura clave en el esquema de Eduardo Coudet. En plena recta final del campeonato, el ‘9’ albiazul está dejando claro que la experiencia y el olfato goleador pesan más que cualquier promesa emergente.
Sus goles no solo valen puntos. También representan esperanza, liderazgo y, sobre todo, permanencia. Además de su impacto deportivo, hay una cuestión económica que empieza a cobrar protagonismo. Kike llegó libre desde Osasuna en 2023, pero su contrato contempla cláusulas por rendimiento que podrían implicar un desembolso cercano a los 500.000 euros si el Alavés logra mantenerse en Primera División. Por eso, cada minuto en el campo y cada balón que toca tiene un valor doble. En el césped y en las cuentas del club.
La permanencia, en los pies de Kike García
El empate sin goles ante el Atlético de Madrid no fue espectacular, pero sí dejó un sabor positivo en Mendizorroza. El Alavés sumó un punto crucial, y una vez más, el protagonista fue Kike García, el faro ofensivo del equipo. Estuvo cerca de marcar, peleó cada balón como si fuera el último y contagió esa energía que tanto necesita el conjunto vasco en esta fase del curso. Sus estadísticas lo respaldan con contundencia. Con 12 goles en 33 partidos, Kike lidera con autoridad la tabla de anotadores del club.
Pero más allá de los números, está el contexto. Ha igualado su mejor temporada en la élite, aquella del Eibar en 2020-21. Mientras tanto, nombres como Carlos Vicente, Joan Jordán o Toni Martínez apenas suman cuatro tantos cada uno. El desequilibrio en ataque es notorio. Y si el Alavés todavía sueña con la salvación, es gracias al instinto de un delantero que no necesita presentación, solo espacios para definir. En los momentos críticos, el equipo se refugia en su ‘killer’. Y con razón.
El contrato de Kike García puede subir de valor
Cuando el Alavés cerró su fichaje, parecía una operación sin riesgos. Coste cero y la garantía de un delantero curtido en mil batallas. Sin embargo, Osasuna supo anticiparse y dejó bien atadas ciertas variables en el contrato. 300.000 euros si jugaba más de 45 minutos en al menos 21 partidos —objetivo ya cumplido— y otros 200.000 si alcanzaba los 10 goles, cifra que también ha superado. Ahora bien, esas cláusulas solo se activarán si el equipo logra mantenerse en Primera. Esto genera una tensión añadida. Porque cada gol de Kike vale, literalmente, dinero.
Pero también es cierto que ese “gasto extra” sería bienvenido si significa asegurar otro año en la élite. “Por momentos se me cruzaba por la cabeza hacer descansar a Kike García, pero estaba haciendo un partidazo. Su desgaste es para quitarse el sombrero”, confesó Coudet tras el partido ante el Atlético. Y no exagera. El delantero se ha convertido en una apuesta que rinde en presente y promete en futuro. Lo que parecía un fichaje de bajo perfil, hoy se ha convertido en una inversión estratégica.