Especial 20 Aniversario

La DGT intensifica sus controles: multas de hasta 500 euros para quienes hagan esto

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La Dirección General de Tráfico (DGT) ha endurecido considerablemente las sanciones para aquellos aspirantes que intentan obtener el carnet de conducir mediante métodos fraudulentos. Las multas, que pueden alcanzar los 500 euros, forman parte de una estrategia más amplia para garantizar que todos los conductores en las carreteras españolas posean los conocimientos necesarios para una conducción segura.

En los últimos años, la DGT ha detectado un preocupante aumento de casos de fraude durante las pruebas teóricas y prácticas del carnet de conducir, lo que ha llevado a implementar medidas más estrictas para combatir estas infracciones que ponen en riesgo la seguridad vial de todos los ciudadanos.

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El pinganillo: el método que puede costarte 500 euros y un delito penal

El pinganillo: el método que puede costarte 500 euros y un delito penal
Fuente: Agencias

Entre los métodos de fraude más comunes detectados por la DGT destaca el uso de pinganillos o auriculares ocultos. Estos pequeños dispositivos permiten al aspirante recibir instrucciones o respuestas desde el exterior durante la prueba teórica, constituyendo una de las infracciones más graves según la normativa actual.

La DGT ha invertido en tecnología específica para detectar estos dispositivos electrónicos. Algunos centros de examen cuentan ya con detectores de frecuencia que pueden identificar emisiones de radio o bluetooth, dificultando enormemente el uso de estos métodos fraudulentos.

Las consecuencias de ser descubierto utilizando un pinganillo durante el examen de la DGT van más allá de la multa económica. El aspirante puede enfrentarse a la prohibición de presentarse nuevamente a las pruebas durante un periodo determinado, además de manchas en su expediente que podrían complicar futuros trámites relacionados con la conducción.

En casos extremos, cuando el fraude implica la participación de redes organizadas o profesionales del sector, las consecuencias pueden escalar hasta el ámbito penal. La DGT colabora activamente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para desmantelar estas redes que ponen en riesgo la seguridad vial colectiva.