El mantenimiento adecuado de nuestros vehículos es una obligación que muchos conductores descuidan hasta que es demasiado tarde. La DGT ha intensificado en los últimos meses sus controles para detectar coches que circulan en condiciones deficientes por las carreteras españolas. Los datos revelan que miles de conductores son sancionados anualmente por circular con vehículos que presentan deficiencias técnicas que comprometen tanto su seguridad como la del resto de usuarios de la vía.
Las consecuencias de conducir un automóvil en mal estado van mucho más allá de una simple multa económica. Las estadísticas demuestran que un porcentaje significativo de los accidentes de tráfico tiene como factor contribuyente algún fallo mecánico que podría haberse evitado con un mantenimiento preventivo adecuado. Los agentes de la DGT están especialmente atentos a cuatro elementos fundamentales cuyo deterioro supone un riesgo inmediato: neumáticos desgastados, sistemas de iluminación defectuosos, ausencia de ITV en vigor y sistemas de frenado ineficaces.
2SISTEMAS DE ILUMINACIÓN: VER Y SER VISTO EN LA CARRETERA
La iluminación defectuosa se posiciona como la segunda causa más frecuente de multas relacionadas con el mal estado de los vehículos. Circular con alguna luz fundida, ya sea de corto o largo alcance, conlleva sanciones que oscilan entre los 80 y 200 euros dependiendo de la gravedad y del tipo de iluminación afectada. Los datos de la DGT señalan que aproximadamente un 15% de los vehículos circula con algún elemento del sistema de iluminación deteriorado.
Los controles policiales son especialmente rigurosos durante las campañas nocturnas, donde los agentes verifican el correcto funcionamiento de todos los sistemas lumínicos: faros delanteros, pilotos traseros, luces de freno, intermitentes y luz de marcha atrás. El mal funcionamiento de las luces de freno resulta particularmente preocupante para la DGT, ya que impide advertir a los conductores que circulan detrás sobre una reducción brusca de velocidad, multiplicando el riesgo de colisiones por alcance. Estas infracciones no solo comportan una sanción económica sino que también pueden suponer la inmovilización del vehículo si los agentes consideran que el defecto compromete gravemente la seguridad.