El precio del metro cuadrado no para de crecer, los alquileres se disparan y, mientras tanto, los salarios continúan su lenta marcha sin poder seguirles el ritmo. La vida en ciudades se ha convertido en un lujo que cada vez menos pueden permitirse. Sin embargo, lejos del bullicio urbano, Galicia guarda un as bajo la manga: pueblos llenos de vida, naturaleza y oportunidades, donde el futuro puede volver a construirse desde la calma.
Uno de esos casos es el de Ribadavia, un pueblo que no solo ha sido elegido como el más bonito de España en 2024, sino que además ofrece alquileres desde 200 euros, viviendas por 70.000 y hasta oportunidades laborales. ¿Estamos ante una nueva forma de entender el éxito?
5¿Estamos ante un cambio de paradigma?
Cada vez son más los españoles que se están haciendo esta pregunta: ¿vale la pena seguir luchando por pagar un alquiler imposible en la ciudad, o es momento de replantear el mapa personal y profesional? La respuesta, para muchos, está clara. Y por eso proyectos como «Vente a Vivir a un Pueblo» no solo están funcionando: están marcando una tendencia.
Los ayuntamientos implicados están entendiendo que repoblar no es solo cuestión de precios bajos, sino de ofrecer futuro. Invertir en servicios, mejorar las conexiones digitales, facilitar el emprendimiento, ofrecer vivienda digna y generar comunidad.
Por su parte, quienes deciden mudarse descubren que el pueblo no es sinónimo de aislamiento ni de atraso. Es, en muchos casos, un entorno fértil para ideas nuevas, donde criar a los hijos en paz, donde emprender, donde vivir sin la angustia de mirar cada fin de mes con miedo. Un pueblo puede ser el lugar desde el que uno reinicia su vida con otra perspectiva.