Durante años, Frank Cuesta ha construido una imagen pública como defensor acérrimo de los animales y de la naturaleza y de una manera bastante particular, sus opiniones sobre temas polémicos también le han ayudado a posicionarse como referente de la irreverencia en los últimos años y no solo en temas de animales.
Su estilo directo (demasiado para algunos), su activismo y su presencia mediática le ayudaron a conseguir el respeto de muchos seguidores que lo consideraban “una referencia en la lucha contra el maltrato animal”. Sin embargo, recientes revelaciones han sacudido esa percepción: unos audios filtrados lo muestran en un tono completamente opuesto al que ha proyectado durante tanto tiempo.
En estas grabaciones, “Cuesta admite, sin rodeos, haber envenenado y matado animales” en diferentes contextos, declaraciones que han causado un profundo impacto entre sus seguidores y la comunidad conservacionista. Las palabras son claras, difíciles de malinterpretar (lo que pone en duda la veracidad del personaje), y contrastan con el discurso ético que siempre ha enarbolado.
Este material plantea interrogantes sobre la coherencia entre sus actos privados y su figura pública, y ha abierto un debate inevitable sobre los límites del activismo y la responsabilidad de quienes lo encarnan.
Audios filtrados: amenazas de envenenamiento y compra de animales
Los audios filtrados y difundidos (@BravoEnigmas) a través de redes sociales han encendido una fuerte polémica en torno a la veracidad del personaje de Frank Cuesta. En las grabaciones, el conocido defensor de los animales admite haber adquirido suricatas (una especie que podría estar en peligro de extinción) como “inversión”, dejando entrever una motivación económica más que conservacionista, lo que contradice completamente la filosofía que defiende tanto en redes como en su programa de televisión.
Pero lo más alarmante son las amenazas explícitas de envenenamiento dirigidas a perros y gatos que, según él, habrían atacado animales bajo su cuidado, estas son las razones que se le escucha en los audios que le motivaron a tomar esta decisión. Las frases, crudas y sin matices, revelan una actitud que dista mucho de la que ha mostrado en su faceta pública. A pesar de la versión que el mismo Cuesta ha salido defendiendo como respuesta a la publicación de estos audios, ya se ha creado una duda sobre su personaje.
Cuesta asegura que recurrirá al veneno para frenar los supuestos ataques: “Voy a poner veneno todos los días hasta que mueran todos los putos perros”, se le escucha decir con evidente enfado. Este tipo de afirmaciones han generado un amplio rechazo en la comunidad animalista, que denuncia la incoherencia entre sus actos y su discurso. La filtración ha marcado un antes y un después en su trayectoria mediática, pues no se trata de simples acusaciones, sino de declaraciones pronunciadas por él mismo y difundidas sin aparente manipulación.
La versión de Frank Cuesta sobre los audios
Después de toda la polémica generada por la divulgación de los audios, Frank Cuesta decidió romper el silencio a través de su canal de YouTube. En su defensa, afirmó que “las frases fueron grabadas en un momento de intensa frustración” al encontrar a varios de sus animales muertos por ataques externos. ¿Justifica esta versión lo expresado en los audios?
Cuesta, inmediatamente salió defendiéndose de las acusaciones (@javioliveria), admitió en todo momento que los audios son reales y alegó que jamás utilizó veneno, si no que aplicó laxantes para provocar malestar en los depredadores y evitar que volvieran al santuario. Su versión busca contextualizar lo dicho como una reacción emocional, no como una práctica habitual. ¿Realmente se puede creer esta versión de los hechos después de haber admitido que los audios son reales? ¿Existe diferencia entre un veneno y un laxante al momento de hacer daño a un animal indefenso?
Su equipo de comunicación también intervino para reforzar esta explicación, señalando que “se trató de un episodio aislado en un contexto emocional extremo”. Sin embargo, el propio Cuesta reconoció que los audios son reales, lo que dificulta la defensa de su imagen frente a un público que, hasta ahora, lo había considerado un referente en la protección animal.
La defensa apeló más a la empatía que a la justificación legal o ética, una estrategia que ha generado reacciones divididas. Lo curioso es que a pesar de lo ocurrido, el carismático personaje todavía cuenta con el apoyo de un importante número de seguidores que ha manifestado su opinión en redes.
Problemas legales en Tailandia
En momentos de máxima tensión, se aprovecha para recodar los aspectos malos de las personas. Ya en el 2025, Fran Cuesta generaba controversia cuando las autoridades tailandesas lo detuvieron por posesión ilegal de fauna protegida. En el operativo, se incautaron nueve nutrias de garras cortas y una pitón, especies incluidas en las listas de conservación del país.
Aunque Cuesta aseguró haber adquirido los animales legalmente en mercados locales, no presentó documentación que respaldara sus afirmaciones, lo que agravó su situación ante la ley. Toda esta controversia viene a corroborar, según los usuarios de las redes sociales, lo divulgado en los audios. ¿Se trata realmente la figura de Fran Cuesta de una farsa?
Fue liberado bajo fianza tras comparecer ante el tribunal, pero el incidente dejó un nuevo rastro de dudas sobre su actividad en el santuario y sus métodos de manejo de fauna silvestre. La legislación tailandesa en materia de especies protegidas es estricta, y la falta de permisos oficiales puede acarrear sanciones severas, si no que lo diga el propio Cuesta que se tuvo que enfrentar a la justicia de ese país en varias oportunidades.
Estado de salud y polémicas recientes
En medio del aluvión de críticas, Frank Cuesta ha tenido que enfrentar también una etapa compleja en lo personal. Diagnosticado desde hace años con leucemia mielógena crónica, en enero de este año retomó su tratamiento médico con fuerza, lo que ha provocado efectos visibles como la pérdida de peso y la caída del cabello.
A este delicado estado de salud se sumó un incidente reciente con una cobra escupidora, que lo obligó a ser hospitalizado de urgencia. Un hecho del que el propio Cuesta presumió en sus redes sociales, compartiendo del ataque, reafirmando el riesgo constante que implica su labor.
En paralelo, el presentador ha estado viviendo una intensa situación familiar, el acoso dirigido a su hija menor ha elevado aún más la tensión. El “defensor de los animales” denunció públicamente varios episodios de hostigamiento, y ha solicitado medidas legales urgentes para proteger a su familia, incluyendo órdenes de alejamiento. Este entorno de estrés acumulado parece haber influido en sus reacciones, pero no ha bastado para frenar el escrutinio público.
La suma de escándalos, problemas legales y dramas personales lo sitúa en el punto más frágil de su trayectoria pública. Todos estos eventos evidentemente podrían estar influyendo en el comportamiento del presentador, sin embargo, “nada justifica hacer daño a los animales”.