Icónica, sencilla y reconocible a kilómetros. La crema Nivea en su clásica lata azul lleva más de cien años acompañando a familias de todo el mundo. En España, es casi patrimonio emocional: ha estado en los baños de varias generaciones, símbolo de cuidado diario, remedio casero y ritual afectivo que trasciende edades y modas.
Pero no vive solo del recuerdo. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado su composición y eficacia, demostrando que esta fórmula centenaria sigue dando la talla. Entre tradición, ciencia y fidelidad del consumidor, la Nivea azul confirma que, a veces, lo de siempre también puede ser lo mejor.
2Nivea: ingredientes sencillos, eficacia comprobada
La OCU ha decidido ir más allá del mito y someter la crema Nivea de lata azul a un análisis riguroso de laboratorio. Lo hizo con 20 voluntarios, quienes aplicaron la crema dos veces al día durante dos semanas en uno de sus antebrazos. Se utilizó un corneómetro —un dispositivo que mide el nivel de hidratación de la piel— para comparar los resultados frente a una emulsión de referencia y una zona no tratada. ¿El resultado? La crema Nivea obtuvo una calificación de cuatro estrellas sobre cinco en cuanto a capacidad hidratante. Una nota muy alta, sobre todo si se considera su precio, que ronda los 3 euros por 150 ml.
El estudio también evaluó aspectos como la textura, el perfume, la facilidad de aplicación y la sensación tras su uso. Muchos usuarios destacaron el aroma característico, que evocaba recuerdos familiares. Sin embargo, algunos señalaron que la textura es espesa, incluso untuosa, y que puede tardar en absorberse. Esto no es un defecto, sino una característica: está pensada para pieles secas o zonas que necesitan una hidratación profunda. La fórmula incluye componentes como:
- Eucerit: el emulsionante que revolucionó la industria cosmética.
- Pantenol y glicerina: agentes humectantes que retienen el agua en la piel.
- Parafina líquida y cera microcristalina: derivados del petróleo con acción emoliente.
- Lanolina: una cera natural extraída de la lana de oveja, muy efectiva para suavizar.
Eso sí, también contiene fragancias y conservantes que pueden ser alergénicos en personas con pieles sensibles. En total, se identifican siete sustancias que deben ser declaradas por normativa europea. Aunque no representan un riesgo general, conviene leer la etiqueta si tienes historial de alergias o eccema.